Por: Jonatan Anaquin
La música urbana latinoamericana vive un momento particular: los cruces generacionales ya no sorprenden, pero cuando dos figuras que representan momentos diferentes de la historia del reggaetón se unen, la conversación pública inevitablemente se transforma en evento. Eso sucedió cuando Bizarrap, productor argentino que se transformó en un símbolo global de la música digital, anunció el lanzamiento de la “BZRP Music Session #0/66” en colaboración con Daddy Yankee, uno de los pioneros indiscutidos del género urbano.
El anuncio se realizó a través de redes sociales y fue suficiente para alterar las búsquedas de Google, tendencias globales y la conversación musical del día. La imagen publicada —Bizarrap con su estética característica de gorra y gafas, y Daddy Yankee cubriendo parte de su rostro— funcionó como detonador de expectativas. No se trataba solamente de una colaboración más: representaba el regreso de Daddy Yankee a la música, luego de declararse retirado y volcado a la fe —un gesto que, en su momento, parecía definitivo.
Mientras tanto, Bizarrap llevaba casi un año sin publicar una nueva sesión, después de haber cerrado su número 61 junto a Luck Ra. Su silencio había generado especulaciones, análisis y teorías de fanáticos: ¿había terminado el formato Music Sessions? ¿Se avecinaba una reinvención? El retorno con el número 0/66 rompió todas las lógicas previas: no solo se salteó la numeración esperada, sino que planteó una nueva lectura simbólica.
La posibilidad más comentada apunta a que Bizarrap utilizó el cero como alusión al origen, al comienzo. Y si hablamos de comienzos del reggaetón en escena global, la figura de Daddy Yankee aparece como fundamental: el primer artista en convertir el género en fenómeno mundial, dueño de hitos como Gasolina, Shaky Shaky y Despacito. En otras palabras, el número 0 no sería casual: sería una referencia a volver donde todo inició.
El texto enigmático que acompañó la publicación reforzó este tono codificado: “Código 787. Alias ‘El Calentón’.” El número 787 es, efectivamente, el prefijo telefónico de Puerto Rico, tierra natal del reggaetón y del propio Daddy Yankee. El alias, por su parte, es una referencia a su identidad artística previa al estallido mundial. Bizarrap parece sugerir que esta sesión no busca simplemente presentar una canción, sino desenterrar una raíz.
El lanzamiento tendrá lugar el 5 de noviembre a las 21:00 en Argentina (20:00 en Puerto Rico, 18:00 en México, 01:00 en España), y estará disponible tanto en plataformas digitales como en YouTube, con el clásico formato audiovisual del estudio que ya se volvió reconocible en todo el mundo. La expectativa no se basa únicamente en escuchar un tema nuevo, sino en ver qué sucede cuando el pasado y el presente del reggaetón se encuentran en el mismo micrófono.
El gesto atraviesa generaciones: Bizarrap ha colaborado con grandes nombres del movimiento urbano contemporáneo —desde Cazzu hasta Peso Pluma— pero también con figuras que marcaron identidad cultural, como Residente y Shakira. Daddy Yankee, sin embargo, es un símbolo que supera el estrellato: representa un antes y un después en la historia de la música latina.
Si esta sesión marca el inicio de una nueva etapa para alguno de los dos, aún no está claro. Pero sí es evidente que no estamos frente a un lanzamiento más, sino ante un capítulo que reordena la memoria del reggaetón y resignifica su legado en tiempo real.