El precio de la carne vacuna volvió a acelerarse en octubre y superó a la inflación promedio del mes, según el último informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Los cortes bovinos registraron un incremento del 3,3% respecto de septiembre, mientras que la inflación se ubicó cerca del 2,2%.
El relevamiento destacó que los aumentos más notorios se dieron en cortes populares: el asado subió 8,2%, la picada especial 6,1%, el matambre 5,5% y el vacío 5,3%. En contraste, el precio del pollo mostró una baja del 0,9%, lo que refuerza su rol como alternativa más económica en los hogares.
En términos interanuales, los cortes de carne subieron 61,8%, ubicándose 30 puntos por encima del incremento general de precios. Desde noviembre de 2023, la carne acumula un alza del 258,6%. Tras cuatro meses en los que el sector había mostrado aumentos menores al índice general, octubre marcó una nueva aceleración.

El consumo también evidencia tensiones. De acuerdo con datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA), el consumo per cápita promedia 49,5 kilos por habitante al año, cifra que pese a mejorar 4,4% frente al período previo sigue 7,3% por debajo del nivel registrado en 2023.
La caída en el poder adquisitivo aparece como la principal explicación: los salarios privados recién igualaron en agosto el nivel de noviembre de 2023 y aún muestran una pérdida acumulada de 0,6% en 2025. En el sector público, la merma es más pronunciada, con un retroceso de 13,2% en el mismo período, lo que limita la capacidad de compra de los hogares.
El frente externo tampoco acompaña. Entre enero y septiembre, las exportaciones cárnicas se redujeron 10,4% respecto al año pasado, afectadas por la menor demanda de China, aunque con una leve mejora en los últimos meses.
En paralelo, el precio del novillito también presiona la cadena: en octubre aumentó 4,4% y en los primeros diez días de noviembre ya avanzó otro 11,4%, una señal de que los precios en góndola podrían volver a tensionarse en las próximas semanas.
Con estos datos, el sector cárnico ingresa en el último tramo del año con nuevos desafíos y con el poder de compra como variable decisiva para el comportamiento del consumo interno.