Un informe reciente del Observatorio de Opinión Pública y Problemáticas Sociales de la Universidad Nacional de Villa María, en conjunto con Zuban-Córdoba, trazó un panorama complejo sobre cómo piensan y sienten los jóvenes argentinos de entre 16 y 30 años. El estudio, basado en 500 encuestas realizadas entre fines de agosto y principios de septiembre, indica que aunque la mayoría declara interés por la política, predominan ampliamente las percepciones negativas y un clima de desilusión hacia quienes conducen las instituciones.
Las universidades aparecen como las entidades con mayor nivel de confianza, mientras que partidos, sindicatos y medios figuran entre las organizaciones con peor imagen. También se registra un descenso en la valoración de colectivos sociales que años atrás contaban con fuerte legitimidad, como los movimientos feministas y LGBT.
Sin embargo, los investigadores subrayan que esta desconfianza no implica un corrimiento ideológico uniforme, sino un escenario fragmentado donde conviven demandas de mayor presencia estatal con posiciones punitivistas o restrictivas.

El relevamiento muestra que siete de cada diez jóvenes sostienen que la democracia es el mejor sistema de gobierno. No obstante, casi la mitad considera que funciona mal en la Argentina actual y más de un tercio opina que no distribuye la riqueza de forma equitativa.
La evaluación del rumbo del país desde la llegada de Javier Milei exhibe un empate técnico: mientras un sector sostiene que Argentina avanza en la dirección adecuada, otro porcentaje similar cree que se encamina hacia un escenario negativo.
En materia económica, la percepción predominante es de deterioro personal, y una parte importante de los encuestados afirma que el Gobierno ha hecho menos de lo esperado desde su inicio de gestión.


La situación económica, el acceso al trabajo y la calidad educativa encabezan la lista de inquietudes entre los jóvenes. Además, casi la mitad dice sentirse muy o bastante preocupada por el crecimiento de la violencia política. Pese al desencanto con los actores tradicionales, la mayor parte de los encuestados sostiene que votar sigue siendo útil y que los partidos deben alcanzar acuerdos en cuestiones centrales.
A la hora de identificar quién representa mejor a la juventud, la opción más elegida fue “nadie”. Detrás aparecen La Libertad Avanza, el peronismo y el PRO, aunque en valores muy por debajo del porcentaje que expresa no sentirse representado por ningún espacio.
Para los autores del estudio, este escenario confirma que existe un terreno abierto en la disputa por la representación juvenil y que recuperar el vínculo con este sector exige más escucha, menos superficialidad y respuestas concretas a problemas que llevan años sin resolverse.
