Hay un detalle íntimo de la vida de Andrea Pietra que mucha gente escuchó al pasar, pero pocos saben realmente por qué tomó esa decisión. La actriz lo contó al aire de “Otro día perdido”, el ciclo que conduce Pergolini, y dejó a todos con una mezcla de sorpresa, risas y debate.
Pero antes de llegar a esa razón —que parece simple, pero tiene más peso del que parece— vale entender el contexto para que todo cierre.
Invitada al programa, Andrea Pietra no dudó en hablar de su relación de casi 30 años con Daniel Grinbank. Y ahí soltó la frase que abrió la intriga:
“No me caso por cábala”.
Contó que llevan 27 años juntos y que, para ella, el matrimonio trae mala suerte. Lo dijo entre risas, pero con una lógica clara: vio tres parejas cercanas casarse después de muchos años y separarse enseguida. Eso alcanzó para transformar la idea del “sí, quiero” en un “mejor, no”.
Y el detalle más inesperado: su hija también adoptó la cábala. “Si se me ocurriera casarme, me dice: ‘No, no se pueden casar’”, relató con humor.
La mesa reaccionó al toque. Laila Roth fue directa y dijo que le molesta cuando alguien que lleva casi tres décadas en pareja dice “mi novia”. Pergolini, fiel a su estilo, bromeó sobre lo que para él es “cringe”: los casamientos simbólicos en Las Vegas.
Lo más curioso es cómo se conocieron. Andrea Pietra recordó que fue en 1998, durante un espectáculo de La Cubana.
Ella estaba con el actor Alejandro Fiore y le pidieron a Daniel Grinbank entradas para ver a los Rolling Stones. Él dijo que no había… pero al final las ofreció igual. Andrea rechazó el gesto para no quedar en deuda. Esa mezcla de orgullo y honestidad fue el primer chisporroteo.
Pero el destino insistió. En el último show, Andrea decidió agradecerle igual. Lo llamó desde el estacionamiento y él apareció detrás de un micro, con una camiseta de Independiente, colorado, tímido y transpirado. “¡Se me cayó al piso con ese look!”, recordó entre risas. Ahí empezó todo.
Después de ese encuentro, salieron todos los fines de semana durante tres meses “sin que pase nada”. Hasta que el 8 de mayo llegó el primer beso. Desde entonces construyeron una relación sólida, sin etiquetas estrictas y sin pasar por el registro civil.
Tienen una hija, proyectos compartidos y una estabilidad que muchos matrimonios envidiarían.
Hoy Andrea Pietra se prepara para estrenar Escenas de la vida conyugal junto a Ricardo Darín en el Teatro Coliseo. Y, mientras vuelve a escena, también vuelve a aparecer una pregunta que siempre genera curiosidad:
La respuesta es simple, pero contundente: por cábala, por tradición familiar y porque así, sin papeles, la relación funciona.