Hay historias que nacen lejos de los grandes estadios, en calles simples, en barrios donde el fútbol se mezcla con el trabajo, la familia y la incertidumbre. La del arquero Nahuel Losada es una de ellas. Berisso lo vio crecer, atajar sus primeras pelotas y también soportar dudas que más de una vez amenazaron con sacarlo del camino.
El arquero, nacido y criado en el barrio Santa Cruz, empezó su recorrido en Saladero F.C. antes de pasar por las inferiores de Estudiantes de La Plata. Quedó libre y, en lugar de alejarse del deporte, multiplicó los esfuerzos para mantenerse en él.
En ese tiempo difícil, mientras buscaba un lugar en el fútbol profesional, debió trabajar manejando un taxi de su padre: lo hacía para sostenerse, para colaborar en su hogar y para no renunciar a un sueño que parecía escaparse. También debió asumir la responsabilidad de ser padre muy joven, otra prueba que lo obligó a crecer sin abandonar su vocación.
Esas experiencias que podrían haber sido un final, en realidad fueron un envión. Atlanta, después Belgrano —donde fue parte del histórico ascenso de 2022— y finalmente Lanús fueron etapas de una construcción paciente, silenciosa y tenaz. Cada paso estuvo sostenido por la misma convicción: seguir adelante.

Y la recompensa llegó en Paraguay. En la final de la Copa Sudamericana, Losada se transformó en héroe. El 0-0 llevó la definición a los penales, donde el arquero berissense desplegó su versión más decisiva. Fue figura absoluta: le tapó los remates a Hugo, a Texeira y también al temible delantero Hulk, el atacante más intimidante del Atlético Mineiro.
Tres intervenciones que no solo cambiaron la historia del partido, sino que confirmaron que su temple estaba hecho para noches grandes.
Mientras miles de hinchas granates teñían Asunción de bordó en una caravana histórica, en Berisso la alegría tenía otro pulso: el orgullo de ver a uno de los suyos alcanzar la cima. Nahuel Losada, el pibe que manejó un taxi para no dejar de soñar, el que resistió cuando el horizonte se nublaba, hoy levanta un título continental sin olvidar jamás de dónde salió.