En una resolución que marca un punto de inflexión en una de las causas judiciales más sensibles vinculadas al deporte argentino, la Justicia condenó este martes al futbolista Diego García a una pena de 6 años y 8 meses de prisión por abuso sexual con acceso carnal.
El Tribunal dispuso su detención inmediata, la cual se cumplirá bajo la modalidad de arresto domiciliario con tobillera electrónica. Hasta tanto el dispositivo sea colocado, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) mantendrá una custodia permanente sobre el jugador, quien permaneció en la sala de audiencias acompañado por su defensa y familiares.
El momento más tenso del día se produjo al conocerse el veredicto: García se desmayó apenas escuchó la sentencia, lo que generó conmoción entre los presentes. Minutos después, fue asistido por personal médico y recuperó la estabilidad.
La causa, que tuvo una amplia repercusión mediática y un prolongado trámite judicial, ingresa ahora en su etapa de ejecución de pena mientras la defensa evalúa los pasos procesales a seguir. En paralelo, el entorno del futbolista deberá ajustar su situación contractual y deportiva en función de las restricciones impuestas por la Justicia.