Con el comienzo de la semana entró en vigencia un nuevo aumento en el boleto de colectivo en la región. La actualización ronda el 14,9% e incluye todos los tramos del servicio. El ajuste eleva el valor del viaje mínimo por encima de los $700 y vuelve a poner al transporte público en el centro de las preocupaciones económicas de los usuarios.
El Gobierno bonaerense autorizó un incremento extraordinario del 10%, al que se sumó la fórmula habitual de actualización mensual vinculada a la inflación del área metropolitana. De esta manera, el tramo más corto pasó de $624,14 a aproximadamente $717,09, mientras que el resto de las secciones también registraron subas significativas.
El nuevo esquema divide las tarifas de acuerdo a la distancia recorrida. Para los viajes más largos, los valores trepan hasta casi los $960 para quienes utilizan la tarjeta SUBE registrada. En caso de pagar con una tarjeta sin registrar, el impacto es mayor: el boleto mínimo supera los $1.100. La tarifa social también sufrió modificaciones, aunque mantiene un valor por debajo del cuadro general.
Por eso, los montos son algo superiores a lo que cuestan los boletos de micros en los distritos del conurbano bonaerense. Con el aumento del 14,4%, el siguiente sería el esquema tarifario a partir del 1º de diciembre:
Pero el impacto es aún más notorio para aquellos casos en los que el boleto de micro se pague sin la tarjera SUBE registrada:
En el caso de los boletos de micro con tarifa social, el impacto del 4,1% será el siguiente:

Las empresas de transporte vienen advirtiendo desde hace meses que el incremento de los costos operativos —especialmente combustible, repuestos y mantenimiento de unidades— dejó al sistema al borde de la inviabilidad. La actualización busca atender ese desfasaje, aunque el ajuste vuelve a golpear en el bolsillo de los pasajeros.
El aumento deja planteado un escenario de tensión en el sector. El encarecimiento del servicio coincide con otros incrementos de tarifas y servicios esenciales y se suma al deterioro del poder adquisitivo de los salarios. Además, en las empresas no descartan nuevas medidas de fuerza si no se logra garantizar el financiamiento necesario para la prestación normal del servicio.