lunes 1 de diciembre de 2025 - Edición Nº5361

Política | 1 Dec

Debate caliente y falta de respuestas

BERISSO | El oficialismo logró aprobar el presupuesto: números sin claridad y una defensa sin fundamentos

18:16 |La discusión por el Presupuesto 2026 expuso algo más que números y porcentajes: dejó a la vista la falta de explicaciones del oficialismo sobre el destino de los fondos, acusaciones cruzadas por discrecionalidad en áreas sensibles y una oposición que llevó datos concretos para demostrar recortes, desfinanciamiento y una estructura estatal que crece sin mejorar la gestión.


El Concejo Deliberante de Berisso aprobó el Presupuesto 2026 en una sesión cargada de tensiones y reproches cruzados. La iniciativa avanzó con los votos de los 11 concejales del oficialismo de Unión por la Patria, más el acompañamiento de Daniel Del Curto, del unibloque Unión, Fe y Renovación mientras que fue rechazada por siete ediles: tres del bloque UCR–AMUBE, tres de La Libertad Avanza y uno de Juntos por el Diálogo Federal.

El tratamiento dejó en evidencia la falta de explicaciones claras por parte del oficialismo sobre la ejecución de los fondos, la ausencia de datos precisos en áreas clave y la defensa de un proyecto al que la oposición cuestionó por su falta de profundidad y transparencia.

El proyecto contempla una partida total que asciende a 73 mil millones de pesos para el próximo año, con cerca del 80% destinada a sueldos, servicios esenciales y obras. Una estructura que vuelve a mostrar una característica repetida: el gasto está orientado más a sostener la estructura municipal que a fortalecer políticas públicas para los vecinos.

La sesión estuvo marcada por un tono creciente de confrontación política y técnica. Desde el comienzo, representantes opositores reclamaron que el oficialismo evitó exponer criterios, prioridades y fundamentos sólidos del presupuesto, lo que generó el primer punto de quiebre: la ausencia de explicación previa del Ejecutivo frente al principal instrumento de gestión pública.


El reclamo opositor: partidas sin destino, discrecionalidad y áreas debilitadas

Melisa Aguilera (La Libertad Avanza) fue una de las primeras en marcar los vacíos del proyecto: “Más de 2.050 millones figuran como ‘sin clasificar’, sin finalidad definida ni explicación técnica”. También cuestionó el área de Recursos Humanos, donde detectó “modificaciones millonarias sin especificación”, además de partidas infladas y fondos estimados sin base real. Su planteo fue tajante: “No vamos a avalar un presupuesto con fondos sin destino y millones de pesos sin control”.

La crítica escaló con la intervención de Matías Nanni (UCR–AMUBE), quien afirmó que el presupuesto crece en los papeles, pero no mejora los servicios. “El 76% se destina a salarios. De 73.000 millones, 44.000 millones van solo a sueldos”, advirtió. También denunció recortes o aumentos por debajo de la inflación en áreas sensibles como Desarrollo Social, Producción, Salud Mental y Obras Públicas: “Se fortalece el aparato administrativo, pero se abandona al vecino”.

Nanni avanzó en datos concretos: la Secretaría de Educación recibe apenas el 3,2% del presupuesto, el área de recolección sólo registra un aumento simbólico del 0,06%, y programas como Paso Verde disminuyen su asignación a pesar del deterioro ambiental. Para el edil, el proyecto se resume en un modelo que ajusta en lo social y expande la estructura política: “El vecino paga más y recibe menos”.

En el cierre volvió a tomar la palabra con dureza: “Cuando en un debate alguien descalifica es porque no tiene argumentos. No escuché un solo número del oficialismo para defender el presupuesto”.


Servicio Público y discrecionalidad: el reclamo por las partidas sin control

La oposición insistió en la falta de datos en áreas clave. Patricio Yalet (UCR-AMUBE) señaló que el oficialismo evitó explicar la base técnica del presupuesto: “Cuando se presenta un presupuesto el primero que habla es el oficialismo. Es quien tiene que decir en qué se basa”.

En su intervención expuso casos que generaron alarma: montos inflados en juzgados, metas imposibles en servicios de limpieza —de 310 a 4.800 kilómetros de mantenimiento con menos presupuesto— y partidas que permiten “100% de discrecionalidad para hacer lo que se quiera en la Secretaría de Obras Públicas”. Para Yalet, el problema es simple: “Si el 80% son sueldos no se puede decir que el presupuesto va al vecino”.

También remarcó que el oficialismo evitó exponer números reales y basó su defensa en discursos generales.


El oficialismo contraatacó sin detallar números

Gabriel Marotte, presidente del bloque de Unión por la Patria, cuestionó una supuesta “intencionalidad política permanente” de la oposición y denunció que el presupuesto refleja la realidad del municipio y destacó obras y políticas del distrito.

Sin embargo, evitó referirse a los puntos concretos planteados durante la sesión, lo que tensó aún más el debate. Los opositores le reclamaron explicaciones sobre partidas subejecutadas, fondos no especificados y recortes reales en áreas sociales. La respuesta del oficialismo se volvió esencialmente discursiva: “La defensa o el rechazo del presupuesto es una decisión política”, insistió Marotte.

El cruce se profundizó cuando desde el bloque opositor se recordó que el Ejecutivo suele evitar la rendición técnica de metas y resultados. 


Maxi Fernández: “El presupuesto crece en los papeles, pero no en la realidad”

El edil de Juntos por el Diálogo Federal fue tajante: “No existen herramientas reales para controlar si lo proyectado se cumple”. Cuestionó la falta de auditorías claras, los consensos políticos que evitaron un debate profundo y la discrecionalidad en la ejecución del gasto: “Hay áreas que incluso reciben menos que años anteriores. El presupuesto crece en los papeles, pero achica en la realidad”. Para Fernández, el problema es estructural: delegaciones desfinanciadas, metas sin indicadores, y partidas orientadas más al sostenimiento del aparato municipal que a atender necesidades barriales.

“No nos oponemos por gusto, ni ponemos palos en la rueda. No es una competencia para ver quién critica más. No aprobamos este presupuesto porque creemos que debería haber otro modelo de distribución de fondos a lo largo del año, más justo


Un presupuesto aprobado con más preguntas que certezas

La sesión dejó expuesta una diferencia profunda entre discursos y números. El oficialismo festejó un presupuesto de 73 mil millones de pesos sin recibir fondos nacionales y aseguró que la prioridad es el vecino. Pero evitó explicar en detalle cómo se ejecutarán las partidas y por qué existen áreas con reducciones reales, fondos discrecionales y asignaciones sin justificar.

La oposición, por su parte, mostró cifras, advirtió sobre la falta de planificación y cuestionó un modelo que “sostiene la estructura pero debilita la gestión social”.

El presupuesto finalmente fue aprobado. Lo que quedó claro en el recinto es que el debate no terminó: recién empieza, y queda pendiente la pregunta central que el oficialismo no respondió de manera contundente ni técnica:

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias