Puede que hoy te estés haciendo la misma pregunta que escucho mil veces en consultorio: “¿Por qué siento que mi cuerpo cambió sin avisar… y qué hago ahora?”
Antes de responderla, hay algo clave que tenés que entender sobre el climaterio, la andropausia, la Testosterona y la sexualidad. Y cuando lo leas hasta el final vas a ver que no todo es pérdida: también hay una oportunidad enorme que casi nadie explica.

En las mujeres, el climaterio —la etapa en la que bajan las hormonas sexuales— dura hoy unas tres décadas.
La menopausia aparece cerca de los 50, pero con una expectativa de vida que ronda los 80 o más, esta etapa ocupa una parte gigante de la vida.
Los primeros 10 años suelen ser los que más se sienten:
sofocos
palpitaciones
cambios de humor
baja del deseo
dificultades en la sexualidad
Y a eso se suman cosas que le pasan a casi todas: cansancio, problemas de memoria y cambios en el sueño.
En los hombres, la andropausia arranca alrededor de los 40 y avanza despacio.
La caída de la Testosterona es gradual, casi imperceptible al principio, pero con los años aparecen señales claras: menos energía física, menos fuerza general y cambios en el rendimiento sexual.
Tanto varones como mujeres, tarde o temprano, dicen lo mismo en consultorio:
“Nunca me di cuenta de lo importantes que eran estas hormonas hasta ahora. ¿Y ahora qué hago para sentirme como antes?”
La clave está en entender que estos cambios son naturales. Forman parte de las distintas etapas por las que pasa cualquier persona. Y, aunque traigan síntomas, también abren puertas nuevas.
Se sabe que una vida activa ayuda muchísimo a nivel físico y mental.
Y en lo intelectual, esta etapa es ideal para probar cosas nuevas: actividades, aprendizajes y desafíos que se adapten a lo que hoy tu cuerpo y tu cabeza sí pueden hacer.
La sexualidad combina lo físico, lo emocional y lo mental.
Y en esta etapa, lejos de apagarse, puede redescubrirse. Las neurociencias muestran algo clave: el cerebro manda. Las conexiones nerviosas pueden potenciar o bloquear la función sexual, y entender eso abrió tratamientos más completos.
Técnicas como Brainspotting, Terapia Estratégica o Técnicas Sexuales de Avanzada ayudan a cambiar patrones viejos y a desarrollar habilidades que mejoran el placer propio y el compartido.
Con el paso de los años no solo se puede mantener la sexualidad: se puede redescubrir.
Y lo más importante: resignificarla como una aliada de la salud, del placer y de la calidad de vida, sin importar el género.
Este período no es un cierre: es una etapa distinta, con otros ritmos y otras posibilidades. Y sí, si llegaste hasta acá, ya tenés la respuesta que buscabas: hay mucho para hacer, y empieza por entender qué te está pasando.