El Apertura 2026 vuelve a ubicar al fútbol argentino en un escenario donde la expectativa y la tensión conviven desde la primera fecha. Como si la historia estuviera decidida de antemano, la Liga Profesional confirmó que el Superclásico entre River y Boca se disputará nuevamente en una instancia decisiva: la anteúltima fecha, durante el fin de semana del 19 de abril, en un Monumental que probablemente será una caldera con aroma a definición.
En un torneo que podría llegar con varios equipos peleando arriba, ese cruce no solo tendrá el peso emocional habitual: podría incluso inclinar la balanza hacia el título, como sucedió otras veces en la historia reciente.
El calendario revelado muestra una estructura que busca equilibrar emoción, tradición y rating. El primer impacto llegará temprano con el Huracán–San Lorenzo de la fecha 4, un clásico que abrirá el fuego el 8 de febrero en el Tomás A. Ducó. Apenas una semana después, La Plata tendrá su propia descarga de voltaje con Gimnasia–Estudiantes en el Bosque.
En marzo, Rosario entra en ebullición: Newell’s–Central volverá a paralizar la ciudad en la fecha 8, mientras que Córdoba hará lo propio con el choque Belgrano–Talleres. Y como si el calendario se hubiera diseñado para no dar respiro, abril se reservará dos jornadas calientes. Primero, el clásico de Avellaneda: Independiente–Racing en la fecha 13. Una semana después, el Sur dirá presente con Lanús–Banfield, un duelo que suele ser tan intenso como impredecible.
El cronograma también revaloriza los clásicos emergentes: Tigre–Vélez, Argentinos–Platense, Independiente Rivadavia–Gimnasia de Mendoza, todos con espacios propios dentro de una agenda que entiende la importancia del arraigo territorial del fútbol argentino.
A esto se suma la sexta fecha, la de los Interzonales, una tradición ya consolidada y que permite cruces que el hincha espera cada año: Vélez–River, Boca–Racing, Rosario Central–Talleres, San Lorenzo–Estudiantes RC, entre otros. Una jornada que, por volumen de partidos atractivos, suele funcionar como un “mini torneo” dentro del torneo.
Con 30 equipos divididos en dos zonas de 15, el Apertura 2026 se perfila como un campeonato donde cada semana ofrecerá una historia por contar. Clásicos, choques regionales, duelos picantes y un Superclásico colocado estratégicamente para que nada esté definido hasta el final. Y así, una vez más, el fútbol argentino demuestra que su capacidad para generar narrativa es casi tan poderosa como su tradición.