Estudiantes y Racing vuelven a encontrarse en una instancia decisiva, pero esta vez con un condimento inédito: definirán por primera vez una final oficial. El Torneo Clausura tendrá su desenlace este sábado a las 21 en el Estadio Madre de Ciudades, en Santiago del Estero, y el cruce no solo resolverá un campeonato, sino que reactivará más de cien años de historia compartida, marcada por choques eliminatorios, tensiones extremas y episodios que trascendieron lo deportivo.
Aunque nunca se enfrentaron en una final, el pasado entre el Pincha y la Academia está plagado de duelos mano a mano. Desde los primeros cruces amateurs en la década de 1910 —con dominio inicial de Racing— hasta las copas nacionales y torneos continentales, ambos clubes supieron construir una rivalidad de peso específico. Cada cruce dejó huellas: goleadas, series ajustadas y contextos políticos y sociales que se colaron en el rectángulo de juego.
El punto de quiebre llegó en 1967, cuando Estudiantes venció 3 a 0 a Racing en la final del Metropolitano, dando inicio a una de las etapas más gloriosas del club platense bajo la conducción de Osvaldo Zubeldía. Un año más tarde, el enfrentamiento escaló a niveles históricos en la semifinal de la Copa Libertadores 1968, una serie tan violenta como legendaria que quedó inmortalizada bajo la frase “la gloria o Devoto”. Aquella definición, atravesada por la intervención del poder político y sanciones inéditas, convirtió al fútbol en espejo de una época convulsionada del país.
Con el paso de los años, los cruces siguieron alimentando la rivalidad: el Nacional 1983, la Liguilla Prelibertadores 2015 y la Copa de la Liga 2019 son ejemplos de enfrentamientos cerrados y decisivos, donde cada detalle inclinó la balanza. Sin embargo, el presente marca una tendencia clara: Estudiantes domina el historial reciente, con triunfos resonantes y partidos memorables que fortalecen su confianza de cara a la final.
Entre 2020 y 2025, el Pincha consiguió mejores resultados y protagonizó uno de los encuentros más vibrantes del fútbol argentino reciente, un 5 a 4 inolvidable que sintetiza el espíritu de estos cruces: intensidad, imprevisibilidad y dramatismo. Racing, por su parte, llega con la necesidad de romper esa racha y reivindicar su peso histórico en una definición inédita.
La final en Santiago del Estero no será un partido más. Será el punto de encuentro entre pasado y presente, una síntesis de rivalidad, memoria y ambición. Estudiantes y Racing jugarán por un título, pero también por escribir una nueva página en una historia que nunca fue neutral.