miércoles 17 de diciembre de 2025 - Edición Nº5377

Política | 17 Dec

Editorial Infoqom

Capitanich, el divorcio entre el relato y la memoria social

09:10 |


La reciente arremetida de Jorge Capitanich contra la reforma laboral del Gobierno Nacional ha generado un efecto bumerán que el exgobernador, quizás en su afán de instalación nacional, no previó. Mientras el actual senador (con fueros) despliega un arsenal de tecnicismos para calificar la reforma del libertario Javier Milei como «regresiva» y «precarizadora», la respuesta ciudadana en las plataformas digitales —con más de 1.200 comentarios en apenas horas— no se centró en el debate de los artículos de la ley, sino en la impugnación total de su autoridad moral.

La estrategia del peronista de utilizar su banca para confrontar el modelo de Javier Milei choca de frente con una pared de realidadel recuerdo fresco de su gestión en Chaco. Para el ciudadano de a pie, el tecnicismo económico del senador se diluye ante el peso de los nombres propios: Sena, Cecilia, piqueteros y empleo público.

¿Antipatía personal o defensa del modelo?

Al analizar minuciosamente el sentimiento de los usuarios, se desprenden tres ejes fundamentales que explican por qué la estrategia de «resistencia» del exgobernador parece estar naciendo muerta:

  1. La «Ficha Limpia» social vs. la Reforma

La gran mayoría de los comentarios no defienden la reforma laboral de Milei por sus virtudes intrínsecas, sino que la validan por oposición. Existe una lógica binaria en el electorado: «Si Capitanich dice que es malo, entonces debe ser bueno». La gente no está leyendo el boletín oficial; está evaluando al mensajero. El desprecio hacia su figura es tan absoluto que cualquier crítica que él emita termina fortaleciendo el proyecto que intenta destruir.

  1. El empleo público como estigma

El punto más crítico de los comentarios es la contradicción percibida entre el discurso de «empleo genuino» de Capitanich y su historial de gestión. Los ciudadanos le facturan:

  • La precarización encubierta a través de contratos estatales y planes sociales.
  • El crecimiento hipertrófico de la estructura pública en una de las provincias más pobres.
  • La falta de creación de empleo privado real durante sus periodos de gobierno.
  1. El factor Cecilia y los Sena, una mochila que no se podrá quitar

Es imposible soslayar que la figura de Capitanich está indisolublemente ligada al caso de Cecilia Strzyzowski y su relación con el Clan Sena. Este tema actúa como un «tapón» comunicacional: no importa qué tan sólida sea su argumentación sobre el Fondo de Despido (FAL) o las paritarias, el ciudadano le responde con el pedido de justicia por Cecilia. Para la opinión pública, Capitanich ha perdido el derecho a hablar de «derechos».

El riesgo de la irrelevancia

El análisis de los comentarios sugiere que la sociedad no está en una etapa de debate doctrinario sobre leyes laborales, sino en una etapa de ajuste de cuentas simbólico. La reforma laboral, con todos sus riesgos y beneficios, es vista por una parte importante de la sociedad como una herramienta para terminar con el «modelo de punteros y piqueteros» que Capitanich representa en el imaginario colectivo.

Querer instalarse como candidato presidencial desde la crítica técnica parece una quimera cuando el electorado aún le reclama por las «canillas sin agua» y la complicidad política con el clientelismo violentoCapitanich no está discutiendo con el Gobierno; está discutiendo con su propio legado, y por ahora, va perdiendo por goleada en el tribunal de la opinión pública.

 

Ponete el sayo Coqui

(comentarios sobre su gestión y el «empleo» en Chaco)

  • «Hablo el genio que lleno de empleados públicos la Provincia.»
  • «El que jamás creó un solo puesto de trabajo privado productivo no prebendario.»
  • «Para eso se te voto. GRANDE COQUI… para inaugurar una canilla!!!»
  • «Justo este habla de trabajo, si en Chaco la mayoría son ñoquis que van a marcar entrada y salida con una sonrisa burlona y sus deditos en V.»

(El «Efecto Clan Sena» y Cecilia -el punto más oscuro-)

  • «Destrozó a la familia de Cecilia, no la reforma.»
  • «¿De Cecilia no decís nada? Cómplice de los Sena, ni olvido ni perdón.»
  • «Llévale yerba y azúcar a los SENA, caradura.»
  • «Este es el líder espiritual del Clan Sena, debería estar en la celda de al lado.»

( Lo bizarro y las comparaciones insólitas)

  • «Este tomó vino vencido.»
  • «Es un perro verde… ahora resulta que tiene todas las soluciones.»
  • «Mirá quién habla de regresión… ¡el que inauguraba canillas de plástico para la foto!»
  • «A este lo deberían haber echado al inodoro antes de parirlo, es excremento puro.»
  • «¿Este palomo es economista? Si lo único que sabe es romper diarios.»

(Sobre los «Piqueteros» y el control social)

  • «Llenó de piqueteros chorros las calles y rutas. Un verdadero sinvergüenza.»
  • «El único empleo que dio fue a los piqueteros de Tito López, para que nos corten el paso a los laburantes.»
  • «Si los peronchos están desesperados rechazando la reforma, quiere decir que la reforma es excelente.»

Análisis de la «Bizarreada» Política

Lo llamativo de estos mensajes es que anulan el debate técnico. Mientras Capitanich habla de «negociación colectiva» y «principios de norma favorable», la gente le responde con «chanchos», «canillas» y «ñoquis».

Hay un nivel de hartazgo estético; no solo no le creen lo que dice, sino que les molesta que lo diga. La desconexión es total: él habla para el Senado y la academia; el pueblo le contesta desde el barro de la realidad chaqueña.

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