La petrolera de bandera vuelve a quedar en el centro del debate público tras el anuncio de su presidente y CEO, Horacio Marín, de avanzar en un acuerdo con McDonald’s para vender productos de la cadena estadounidense en las tiendas Full de las estaciones de servicio. Bajo el argumento de “diversificar servicios”, la decisión es leída por amplios sectores como un gesto político de alineamiento con modelos de negocio importados, ajenos a la identidad histórica de YPF.
Según lo informado, el acuerdo preliminar con Arcos Dorados, operador de la marca en Argentina, permitiría ofrecer al menos 15 productos de McDonald’s en estaciones seleccionadas del país. Lejos de tratarse de una medida aislada, el anuncio se complementa con negociaciones abiertas con Farmacity para sumar productos farmacéuticos a una red que supera las 1.700 estaciones.
El rumbo parece claro: convertir a YPF en una plataforma comercial multipropósito. Para sus críticos, el problema no es la innovación, sino el sentido de esa innovación y a quién beneficia. ¿Una empresa estatal debe priorizar la rentabilidad vía marcas extranjeras o fortalecer cadenas productivas nacionales?
La polémica no sorprende. El recorrido de Horacio Marín tiene una extensa trayectoria en el sector privado y una impronta de gestión asociada a la eficiencia empresarial, la apertura comercial y la lógica del mercado global. Su llegada a YPF marcó un cambio de tono: menos énfasis en la soberanía energética y más foco en “optimizar negocios”, aun cuando eso implique resignar identidad y contenido nacional.
Para muchos, la incorporación de McDonald’s no es solo una decisión comercial, sino un mensaje: YPF como vidriera de consumo estadounidense, en un contexto donde la discusión sobre el rol del Estado y las empresas públicas vuelve a ser central.
Desde la conducción de YPF sostienen que estas iniciativas buscan modernizar las estaciones y mejorar la experiencia del cliente. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿modernizar es importar modelos sin adaptación local? ¿O existe una alternativa que priorice pymes, marcas nacionales y producción argentina?
La imagen de hamburguesas yanquis bajo el logo de YPF condensa una tensión más profunda. No se trata solo de comida rápida en una estación de servicio, sino del sentido estratégico de una empresa que históricamente fue símbolo de desarrollo, soberanía y orgullo nacional. Hoy, para muchos, ese símbolo parece diluirse entre combos, góndolas y marcas extranjeras.