El hallazgo de un cráneo y otros restos óseos en el fondo de una vivienda de Los Hornos activó una investigación judicial que mantiene en vilo a la Justicia de La Plata y a todo el barrio. Aunque el impacto inicial fue estremecedor, con el correr de las horas comenzó a tomar fuerza una hipótesis que podría cambiar por completo el rumbo del caso.
Todo ocurrió el sábado por la noche, cuando un hombre de 50 años, que alquila una casa ubicada en 150 entre 57 y 58, se encontró con huesos apenas cubiertos por tierra mientras realizaba tareas de jardinería. El inquilino dio aviso inmediato al 911 y notificó a los propietarios del inmueble. En pocos minutos, el lugar quedó preservado y bajo custodia policial.
La Policía Científica intervino de manera urgente y realizó las primeras observaciones en el terreno. Fue allí donde surgió la principal hipótesis que hoy analiza la fiscalía: los restos podrían haber sido utilizados con fines de estudio universitario, particularmente vinculados a la carrera de Medicina. Esta línea de investigación se apoya en la presencia de apuntes y elementos académicos hallados en la propiedad.
Sin embargo, la Justicia todavía no tiene confirmaciones. No se estableció con precisión la cantidad de huesos, su antigüedad ni sus características, y tampoco se descarta que exista alguna maniobra irregular previa. Por ese motivo, la causa fue caratulada como “Hallazgo de restos óseos” y quedó en manos de la UFI N° 2, a cargo de la fiscal Betina Lacki.
Las tareas periciales comenzaron durante la noche del sábado, pero debieron ser suspendidas por falta de iluminación y continuarán en las próximas horas. El secretario de la fiscalía, Tomás Álvarez, ordenó nuevas medidas para profundizar los estudios forenses y garantizar la correcta preservación del material recolectado.
Un dato no menor es que el denunciante vive en la casa desde hace un año y aseguró que nunca antes había advertido la presencia de restos en el terreno. Esa declaración refuerza la incógnita sobre cuándo y cómo llegaron los huesos al lugar.
Por ahora, el caso se mueve en un delicado equilibrio entre una explicación académica posible y un interrogante judicial que aún no se despeja. La respuesta final, como suele ocurrir, estará en manos de los peritos.