El consumo de las personas mayores se convirtió en uno de los fenómenos económicos más relevantes del cierre de año a nivel mundial. La llamada generación silver —adultos de 60 años o más— ya no es un segmento marginal: concentra cerca del 27% del gasto global y explicará casi el 48% del crecimiento del consumo en 2025, según estimaciones del mercado de la economía plateada.
Este peso creciente se explica por una tendencia estructural. La población mundial de adultos mayores alcanzó en 2025 los 1.200 millones de personas y se proyecta que superará los 2.000 millones hacia 2050. Lejos de retraerse, este grupo mantiene una participación activa en el mercado, impulsa nuevas categorías de productos y redefine las estrategias comerciales, especialmente durante Navidad y Año Nuevo.
Durante las fiestas, el gasto global en retail supera el billón de dólares, con crecimientos interanuales cercanos al 4%. En ese contexto, los seniors se destacan por decisiones de compra más racionales, planificadas y orientadas al valor, en contraste con el consumo impulsivo de generaciones más jóvenes.
Aunque no existen estudios específicos sobre consumo silver en Navidad, los patrones generales muestran preferencias claras:
Viajes y experiencias como regalos o actividades personales.
Electrodomésticos y equipamiento para el hogar, asociados al confort.
Artículos deportivos y de bienestar, ligados a la calidad de vida.
Los mayores de 55 años gastan en promedio un 14% más que la media poblacional, pero lo hacen con mayor cautela. El 75% prioriza las compras presenciales, donde valora la atención personalizada y la confianza, mientras que solo el 23% utiliza canales digitales y mantiene reservas frente al uso de inteligencia artificial o chatbots.
Uno de los motores del consumo silver es la inversión en salud. El gasto en anteojos y audífonos supera en más de un 40% al del resto de la población, y continúa en expansión. A esto se suman reformas del hogar: el 57% de los seniors realiza mejoras por necesidad y el 71% prioriza la eficiencia energética.
La confianza y la calidad pesan más que la novedad. Las marcas, los servicios claros y la atención humana siguen siendo decisivos en las elecciones de compra.
En Argentina, el envejecimiento avanza con rapidez. Más de 7,4 millones de personas tienen 60 años o más, lo que representa el 16% de la población. En la Ciudad de Buenos Aires, casi uno de cada cuatro habitantes pertenece a este grupo, convirtiéndola en la jurisdicción más envejecida del país.
Sin embargo, el contexto económico tensiona ese protagonismo. El endeudamiento de los hogares creció de forma sostenida durante 2025. La deuda promedio por deudor alcanzó los 985.000 pesos, con un aumento significativo en la cantidad de personas endeudadas y en el stock total de financiamiento.
Las tarjetas de crédito lideran el crecimiento, con un alza interanual del 53%. Más de 11 millones de personas mantienen deudas, y el pago mínimo se consolidó como estrategia habitual frente a tasas de interés que llegaron al 63% anual. Este esquema reduce la capacidad de gasto discrecional, incluso en fechas festivas.
El avance de la economía plateada abre oportunidades para el mercado —salud, turismo, servicios financieros, vivienda adaptada— pero también plantea desafíos urgentes. La falta de estudios específicos sobre el consumo senior en las fiestas deja un vacío clave para la planificación económica y comercial.
En Argentina, la combinación de envejecimiento acelerado y endeudamiento creciente refuerza la necesidad de políticas de inclusión financiera, educación crediticia y protección del consumidor senior.
La generación silver sigue siendo un actor central del consumo festivo, pero cada vez celebra con mayor prudencia. Hoy, más que gastar, elige, compara y cuida su presupuesto, incluso cuando el calendario invita a festejar.