Gimnasia atraviesa días de fuerte movimiento y definiciones clave en el mercado de pases, donde no solo se trabaja en incorporaciones de peso sino también en la depuración del plantel de cara a la temporada que se avecina. En ese contexto, la continuidad de Bautista Merlini fue uno de los temas que estuvo bajo análisis, pero finalmente la decisión está tomada: no seguirá vistiendo la camiseta mens sana.

Con la llegada de Ignacio “Nacho” Fernández ya asegurada, primera operación concretada en este receso, la dirigencia albiazul avanza en la conformación del equipo que comenzará los trabajos el viernes 2 de enero en Estancia Chica, bajo las órdenes de Fernando Zaniratto, quien fue la primera confirmación fuerte del proyecto deportivo.

Una vez ratificado el entrenador, el foco se puso en definir quiénes continuarán y quiénes no, además de los refuerzos que llegarán. En esa planificación, el club apunta a “volver a las bases”, una idea que se refleja no solo en el retorno de Nacho Fernández, sino también en las gestiones avanzadas por Ignacio Miramón y los primeros contactos para repatriar a Milton Casco.

Entre los futbolistas que finalizan contrato el próximo 31 de diciembre, hay varios que no continuarán por decisiones futbolísticas, razones económicas o la necesidad de un cambio de aire. Dentro de ese grupo, el caso de Bautista Merlini generó especial atención.

El mediocampista terminó siendo titular y mostró un rendimiento aceptable, lo que alimentó la duda sobre su continuidad. Sin embargo, la dirigencia y el cuerpo técnico resolvieron que no forme parte del nuevo ciclo, una decisión que ya se refleja en hechos concretos: su camiseta número 8 fue asignada a Nacho Fernández.

Más allá del regreso del ídolo tripero, la salida de Merlini siempre estuvo latente, especialmente por su expreso deseo de volver a San Lorenzo, club del que surgió. Finalmente, esa posibilidad terminó inclinando la balanza y cerrando su etapa en el Lobo.

La decisión de prescindir de Merlini marca una señal clara del rumbo que pretende Gimnasia: priorizar un perfil de futbolistas identificados con el club, experiencia y liderazgo, incluso por sobre rendimientos correctos pero sin proyección dentro del nuevo esquema. El mensaje es contundente: no se trata solo de nombres, sino de identidad y proyecto.