Con los recientes ascensos de Gimnasia de Mendoza y Estudiantes de Río Cuarto a la Primera División, la Primera Nacional comienza a reconfigurarse de cara a una temporada que promete ser tan exigente como apasionante. En ese contexto, Racing de Córdoba se mueve con decisión en el mercado de pases y apunta alto: Ramón “Wanchope” Ábila y Matías Suárez aparecen como los nombres propios que podrían cambiar el perfil del equipo.
La Academia cordobesa, que finalizó 11° en la última temporada y quedó al margen del Reducido por el segundo ascenso, tiene un objetivo claro: ser protagonista. Para eso, la dirigencia acompaña la idea del flamante entrenador Pablo Fornasari, presentado en noviembre tras su paso por Central Norte, quien busca armar un plantel competitivo, con carácter y experiencia.
En ese marco, las negociaciones con dos campeones del fútbol argentino representan mucho más que simples incorporaciones. Ábila y Suárez, ambos nacidos en la provincia de Córdoba, no solo aportan jerarquía futbolística, sino también identidad y sentido de pertenencia. Wanchope surgió de Instituto, mientras que Suárez es ídolo de Belgrano, lo que potencia aún más el impacto simbólico de sus posibles llegadas.
Ramón Ábila, uno de los delanteros más temidos del fútbol local en la última década, viene de cerrar su tercer ciclo en Huracán y se encuentra con el pase en su poder, una condición clave para avanzar en la negociación. Con cuatro títulos ganados con Boca, todos en el ámbito doméstico, su capacidad goleadora y su presencia en el área serían un salto de calidad inmediato para Racing.
Por su parte, Matías Suárez representa la experiencia, la técnica y la inteligencia ofensiva. El ex River, campeón de seis títulos, entre ellos la Copa Libertadores, tuvo su último paso profesional en Unión Española de Chile, donde jugó hasta julio de este año antes de participar en la Copa Potrero. Su posible arribo ilusiona por su capacidad para marcar diferencias incluso en contextos adversos.
La apuesta de Racing de Córdoba es clara: combinar proyecto deportivo con nombres pesados, elevar la vara interna del plantel y enviar un mensaje al resto de la categoría. Si las negociaciones llegan a buen puerto, la Primera Nacional podría sumar dos figuras con historia grande, dispuestas a escribir un nuevo capítulo en el ascenso argentino.