En un mercado de pases que recién empieza a tomar forma, Estudiantes de La Plata analiza con atención un escenario que nadie tenía previsto. Maximiliano Silvera, delantero uruguayo de 28 años, finaliza su contrato con Peñarol y parecía tener todo acordado para continuar su carrera en Nacional, el rival de toda la vida. Sin embargo, la presión extrema del clásico uruguayo alteró los planes y abrió una ventana que el Pincha no pierde de vista.

El atacante quedará con el pase en su poder, una condición que siempre resulta atractiva para los clubes argentinos. Pero en este caso, el factor decisivo no es solo económico ni deportivo: la tensión social y la violencia simbólica que rodean al fútbol uruguayo pusieron en jaque una transferencia que parecía cerrada.

Según trascendió en Montevideo, la hinchada de Peñarol llegó a amenazar a la familia de Silvera para impedir su llegada a Nacional. Un hecho grave que expone el costado más oscuro de la rivalidad y que sembró dudas profundas en el entorno del futbolista. Lo que iba a ser un simple cambio de camiseta se transformó en un problema personal y familiar.

En ese contexto, Estudiantes comenzó a interiorizarse formalmente en la situación. Sin hacer movimientos públicos, el club platense entiende que la indefinición puede convertirse en una oportunidad concreta, siempre y cuando el delantero decida buscar una salida lejos de Uruguay.

Dentro del Pincha, Agustín Alayes aparece como una figura central. Su conocimiento profundo del fútbol uruguayo y del entorno de Peñarol, adquirido durante su etapa como manager del club carbonero, le permite manejar información sensible y evaluar escenarios con precisión.

En Estudiantes valoran el perfil de Silvera: delantero con experiencia, roce internacional y todavía en edad productiva. Pero también saben que todo depende de cómo se resuelva el conflicto con Nacional y, sobre todo, de la decisión personal del jugador tras un episodio que excede lo futbolístico.

Por ahora, no hay negociaciones formales, pero sí seguimiento constante. Estudiantes se mueve con cautela, consciente de que los mercados no solo se definen por números, sino también por contextos humanos. Y en este caso, el contexto pesa tanto como los goles.