El Ministerio de Salud de Neuquén confirmó dos casos de Gripe Influenza A (H3N2) en la provincia. Se trata de pacientes que debieron ser internados por neumonía, pero que evolucionaron favorablemente y ya recibieron el alta médica, según informaron las autoridades sanitarias durante una conferencia de prensa oficial.
Con estos diagnósticos, ya son cinco los casos confirmados de Gripe H3N2 en todo el país. A mediados de diciembre, la ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán” había notificado dos casos en Santa Cruz y uno en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que encendió las alertas de vigilancia virológica a nivel nacional.
El ministro de Salud neuquino, Martín Regueiro, precisó que los casos corresponden a influenza A(H3N2), subclado K, una variante que ya circula en distintos países del mundo. Sin embargo, remarcó un dato clave: “Se trata de casos aislados y no hay evidencia de transmisión comunitaria sostenida en Neuquén”.
Desde la cartera sanitaria provincial subrayaron que no se trata de una situación de alarma, sino de un evento sanitario detectado de manera temprana, con respuesta eficaz del sistema de salud. En ese sentido, Regueiro afirmó que el sistema de vigilancia epidemiológica y virológica se encuentra reforzado, con monitoreo permanente de casos respiratorios.
En cuanto al subclado K del virus H3N2, las autoridades indicaron que hasta el momento no se asocia a una mayor gravedad clínica, ni a un aumento significativo de hospitalizaciones o fallecimientos respecto de temporadas anteriores. Este dato resulta central para llevar tranquilidad a la población, aunque sin relajar las medidas preventivas.
Ante la confirmación de los casos, el Ministerio de Salud reiteró la importancia de sostener las medidas básicas de prevención, especialmente en los grupos más vulnerables. Entre las principales recomendaciones se destacan:
Mantener al día la vacunación antigripal, especialmente en personas gestantes, puérperas, niñas y niños pequeños, personas con factores de riesgo y mayores de 65 años.
Lavarse frecuentemente las manos.
Ventilar los ambientes.
Cubrirse al toser o estornudar.
Ante síntomas respiratorios, permanecer en casa y consultar al sistema de salud, sobre todo si se pertenece a un grupo de riesgo.
La experiencia reciente vuelve a demostrar que la detección precoz, la información clara y la prevención sostenida son las herramientas más efectivas para evitar que casos aislados se transformen en un problema sanitario de mayor escala.