El Gobierno nacional oficializó nuevos aumentos en las tarifas de luz y gas que comenzarán a regir desde el 1° de enero de 2026, en el marco de la actualización de precios mayoristas de la energía y la puesta en marcha de un nuevo esquema de subsidios. Las resoluciones, publicadas por el Enargas y la Secretaría de Energía en el Boletín Oficial, establecen subas promedio de entre el 2,5% y el 3%, que se verán reflejadas en las facturas residenciales de todo el país.

Según los números oficiales, el ajuste será de 3,22% en la energía eléctrica y de 0,53% en el gas mayorista, porcentajes que, una vez trasladados a los cuadros tarifarios de verano, podrían significar incrementos de hasta el 3% en las boletas finales. El impacto será directo en los consumos domiciliarios y se sumará a otros aumentos previstos para el inicio del año, en un contexto de presión inflacionaria persistente.

Las facturas de luz y gas están compuestas por tres ítems centrales: precio mayorista, transporte y distribución. De ese total, el componente mayorista explica cerca del 50% del valor final, lo que convierte a esta actualización en un factor clave dentro del costo mensual que afrontan los usuarios, incluso cuando los porcentajes aparentan ser moderados.

Junto con los aumentos, el Ejecutivo avanzará con la implementación del Sistema de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), que reemplazará al esquema vigente desde el 1° de enero. El nuevo modelo apunta a reordenar el gasto público en energía, priorizando criterios de ingresos y niveles de consumo.

De acuerdo al diseño oficial, los hogares de altos ingresos (Nivel 1) pagarán el precio pleno de la energía, sin ningún tipo de subsidio. En tanto, los usuarios Nivel 2 y Nivel 3 conservarán una cobertura parcial, con un tope subsidiado de 300 kilowatt hora (kWh) mensuales. Todo consumo que supere ese umbral será facturado a tarifa completa.

Un punto clave del SEF es que los subsidios no serán fijos. Durante 2026, el Gobierno prevé una reducción gradual de la asistencia estatal, con el objetivo declarado de avanzar hacia un sistema más focalizado, con menor impacto fiscal y mayor correlato entre consumo, ingresos y precio real de la energía.

Con estas medidas, enero de 2026 arrancará con nuevas subas en luz y gas, en un escenario donde las tarifas vuelven a ocupar un rol central en la discusión económica. Aunque los incrementos porcentuales sean acotados, su acumulación y la progresiva quita de subsidios anticipan un mayor esfuerzo para los hogares, especialmente para los sectores medios que aún conservan asistencia parcial.