Antes de la de ayer, y de la peor de todas, la del 2013, hubo otras grandes inundaciones recientes en la ciudad de La Plata: ocurrieron en los años 2002 y 2005. Ambas catástrofes estuvieron marcadas por intensas precipitaciones y el colapso de sistemas de desagüe, causando graves daños a la ciudad y a sus habitantes.

Aquellas inundaciones, pusieron de manifiesto la falta de capacidad de la infraestructura de drenaje y dieron lugar a medidas de mejora y prevención. El intendente en esos años era el actual contrincante de Julio Garro de cara a las elecciones generales, el peronista Julio Alak.

La historia no les tiene asignado un rol determinante a las inundaciones de Alak, porque existieron las de Buera en 2013, que ahogaron cualquier precedente, con 85 muertos y una barbarie de gestión inexplicable. Pero las de 2002 y 2005 fueron más importantes y dolorosas que la de ayer, aunque con menos agua caída y sin las obras de hoy.

El 27 de enero de 2002, La Plata experimentó una intensa lluvia que alcanzó un total de 121 mm en un período corto de tiempo. Lo más destacable fue que 71.9 mm cayeron en solo 1 hora y 25 minutos. La ciudad quedó sumergida, causando pérdidas económicas significativas, daños a vehículos y evacuación de cientos de personas.

Se atribuyó el colapso de la red de desagüe a diversas obras públicas recientes, como la contrucción deficiente de la Autopista a Buenos Aires, el Gasoducto a Uruguay y la pavimentación de arterias sin los debidos complementos de drenaje. Algunos barrios que nunca habían sido afectados por inundaciones sufrieron graves daños.
El 3 de marzo de 2005, La Plata volvió a enfrentar una inundación catastrófica. Esta vez, más de 90.000 personas resultaron afectadas. Las cuencas de los arroyos Carnaval, Martín y El Gato fueron las más perjudicadas.

La ciudad se anegó nuevamente debido a fuertes precipitaciones y al colapso del sistema de desagüe. Las inundaciones de 2005 también pusieron de manifiesto la necesidad de una infraestructura de drenaje mejorada y medidas de prevención más efectivas.
En respuesta a estas devastadoras inundaciones, el gobierno de Alak tomó medidas para abordar los problemas de infraestructura y prevenir futuras catástrofes. En junio de 2002, se licitó la ampliación de un "conducto aliviador" bajo la avenida 19, con el propósito de mejorar el drenaje.

Además, se prometió un estudio de la cuenca del arroyo El Gato, realizado por la Universidad de La Plata. Estos esfuerzos apuntaban a fortalecer la capacidad de la ciudad para gestionar fuertes lluvias y prevenir inundaciones. Alak gobernó hasta diciembre de 2007 y nada de eso vio la luz.

Las inundaciones de 2002 y 2005 en La Plata destacaron la vulnerabilidad de la ciudad ante intensas precipitaciones y el colapso de su sistema de desagüe. Los daños económicos y humanos resultantes impulsaron medidas de mejora de la infraestructura y prevención de inundaciones.

Aunque luego hubo avances en términos de construcción de conductos aliviadores y estudios de cuencas, estas catástrofes subrayan la importancia de una planificación urbana y de infraestructura sólida para enfrentar los desafíos climáticos. ¿Estarán ahora si en la carpeta de propuestas de Alak esas obras?
