En 2024, España está avanzando en un debate crucial sobre los riesgos asociados a la pornografía, especialmente enfocado en las adicciones y el acceso de menores a este tipo de contenidos.

El gobierno ha dado un paso pionero en Europa al introducir la 'Cartera Digital Beta', una aplicación obligatoria para acceder a páginas pornográficas desde España. Este sistema de verificación de edad busca limitar el acceso a adultos mediante un certificado digital renovable mensualmente, limitando las visitas a 30 por período.

Las reacciones han sido diversas, desde burlas hasta preocupaciones sobre la privacidad. Expertos legales como Leandro Núñez han expresado cautela sobre la seguridad y la posible vulnerabilidad de datos sensibles. Fran Peláez destaca la importancia de robustas medidas de ciberseguridad para proteger la intimidad de los usuarios.

Desde una perspectiva psicológica, Alejandro Villena considera positivo que se aborde el control del acceso a la pornografía, aunque advierte sobre posibles efectos contradictorios al legitimar su consumo controlado. Sin embargo, enfatiza la necesidad de complementar esta medida con regulaciones que responsabilicen a la industria.