Durante los últimos doce días, una ola de protestas estudiantiles ha sacudido las universidades más prominentes de Estados Unidos, generando una crisis social y política sin precedentes. Según datos obtenidos por Infobae, más de 800 estudiantes han sido detenidos por la policía en 20 universidades distintas como consecuencia de estas manifestaciones.

Las protestas, originadas en instituciones como Columbia, Nueva York, Harvard, Yale, Emerson y Princeton, han derivado en acciones contra profesores y estudiantes judíos, impactando incluso en la campaña presidencial protagonizada por Joe Biden y Donald Trump. El desenlace de esta situación se presenta incierto debido a las demandas planteadas por los estudiantes para poner fin a la ocupación de los campus universitarios.

Estas manifestaciones estudiantiles son una consecuencia directa del conflicto entre Israel y Hamas, el grupo terrorista respaldado por Irán que perpetró ataques contra territorio israelí el pasado 7 de octubre de 2023. Dichos ataques resultaron en más de 1.300 muertos, cientos de heridos y 133 civiles que aún permanecen como rehenes en Gaza.

Tras el ataque de Hamas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una ofensiva en Gaza para responder al atentado terrorista y rescatar a los rehenes ocultos en los túneles de la Franja. Esta ofensiva desencadenó ataques por parte de Irán y sus aliados en el Líbano (Hezbollah), Siria, Irak y Yemen (Hutíes) contra Israel.

El movimiento pro palestino en las universidades de Estados Unidos carece de una dirección unificada, y cada facción adopta sus propias tácticas frente a las autoridades educativas. Estas autoridades buscan poner fin a la ocupación de los campus y prevenir enfrentamientos antisemitas entre estudiantes que respaldan a Palestina y aquellos que profesan la religión judía.

Si bien las autoridades universitarias procuran evitar la represión policial, las detenciones (que superan los ochocientos hasta el momento) han sido consideradas inevitables debido a la tensión presente en los campus.

No obstante, en instituciones como Columbia, Harvard, Yale y Emerson, se espera que el conflicto persista debido a las exigencias planteadas por los estudiantes.

La principal demanda de los universitarios consiste en que las universidades retiren sus inversiones de empresas vinculadas a Israel o que suministran recursos para su esfuerzo bélico contra Hamas. Esta solicitud ha generado debate en instituciones como Columbia, donde el consejo directivo rechazó la propuesta.

Además, los estudiantes pro palestinos buscan que las universidades estadounidenses cancelen todos los acuerdos académicos con instituciones en Israel. Sin embargo, esta petición ha sido rechazada en la mayoría de las universidades de la Ivy League.

Otra demanda importante es la exigencia de un cese al fuego en Gaza, respaldada tanto por los estudiantes como por las autoridades educativas, lo que podría contribuir a reducir las tensiones en los campus.

Las universidades con mayor número de estudiantes pro palestinos detenidos incluyen a Columbia, Yale, Nueva York, California, Texas, Emerson y Arizona. Sus compañeros de clase están demandando su liberación inmediata, la cual solo sería posible mediante un acuerdo entre los estudiantes y la universidad.

Sin embargo, las negociaciones entre las autoridades educativas y los estudiantes pro palestinos aún no han avanzado. Estos últimos exigen un acuerdo completo y, de no alcanzarse, continuarán con las protestas. Es improbable que las universidades accedan a retirar sus inversiones y romper lazos académicos con instituciones en Israel.