La enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta el movimiento, presenta una variedad de síntomas, y uno de los más distintivos se manifiesta en el rostro. Este síntoma es la falta de expresión facial, comúnmente conocida como "aspecto de máscara" o "cara de máscara".
Este síntoma, médicamente denominado hipomimia facial, afecta a los músculos faciales y limita la capacidad de expresar emociones. Se ha observado en hasta el 70% de los pacientes con Parkinson y suele afectar ambos lados de la cara de manera simétrica.
La hipomimia facial puede dificultar la comunicación y la interpretación de las emociones de los pacientes, ya que la rigidez de los músculos faciales hace que sea más complicado sonreír, levantar las cejas y mostrar reacciones faciales normales.
La enfermedad de Parkinson también se manifiesta con otros síntomas, como temblores, rigidez muscular, inestabilidad corporal, pérdida de olfato, problemas de sueño, estreñimiento, dificultades en el movimiento, mareos y encorvamiento de la espalda.
Aunque la causa exacta del Parkinson no se conoce completamente, se cree que puede estar relacionada con factores genéticos, medioambientales y el proceso de envejecimiento. La prevalencia de la enfermedad aumenta significativamente después de los 60 años, y algunos estudios sugieren la influencia de factores ambientales, como la exposición a pesticidas y herbicidas, en el riesgo de desarrollar la enfermedad.