En las últimas horas se conoció un informe realizado por expertos en aviación franceses, en el cual se detalla que la causa del accidente del vuelo MS804 de EgyptAir en 2016, en el que fallecieron 66 personas, se ocasionó por un incendio provocado por un cigarrillo que encendió el piloto en la cabina.
El hecho tuvo lugar el 19 de mayo de 2016, cuando el vuelo que debía completar la ruta París-El Cairo cayó al mar Mediterráneo oriental. Hoy, a casi 6 años del siniestro, expertos franceses develaron la posible causa del accidente.
Según el informe de 134 páginas que enviaron al Tribunal de París el mes pasado (ya que hubo 15 franceses fallecidos en el hecho), se determinó que el incendio que provocó la caída del avión se produjo porque el capitán de la aeronave o el primer oficial estaban fumando a 37.000 pies de altura, poco tiempo antes del accidente.
Según el documento, al que pudo acceder el medio italiano Corriere della Sera, los pilotos egipcios solían fumar en la cabina de comandantes: EgyptAir no había prohibido la práctica en el momento en que tuvo lugar el accidente.
Se cree que el incendio se produjo por la combinación del cigarrillo encendido y un escape de oxígeno en la máscara del copiloto.
La máscara había sido reemplazada tres días antes del hecho, y estaba configurada en el modo de “emergencia” diseñado para situaciones con humo o gas en la cabina, lo que implica que el aparato estaba suministrando oxígeno al 100 por ciento a presión constante.
Daniele Veronelli, piloto de un avión A320, mismo modelo involucrado en el incidente, dijo al periódico de su país que los controles de oxígeno de la cabina y el equipo de máscara son una parte rutinaria de la actividad previa a todo vuelo. “Cuando entramos en la cabina, entre los diversos controles preliminares antes del despegue, también verificamos el flujo de oxígeno en las máscaras laterales, se levanta una puerta y se prueba el flujo de aire presionando un botón que sobresale del compartimiento. Al activar el intercomunicador, se puede escuchar el flujo de oxígeno porque cada máscara está equipada con un micrófono”, explicó.
Por lo tanto, puede pensarse que los controles previos al vuelo no se realizaron en forma correcta, o que el problema no fue detectado por los comandantes, quienes de hecho, habían aquejado cansancio durante el vuelo nocturno, que partió del aeropuerto Charles De Gaulle poco después de las 23. El informe indica que los comandantes se encontraban dentro de su horario de servicio.
La OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) impulsa desde el 1996 la prohibición de fumar a bordo de los aviones, no obstante, los gobiernos toman sus resoluciones como recomendaciones a la hora de legislar, en vez de establecer reglas comunes y estrictas.
Inicialmente, las autoridades egipcias habían atribuido el accidente a un acto intencionado, a pesar de que ningún grupo se atribuía el hecho, incluso, dijeron haber encontrado restos de explosivos en ciertos restos humanos recuperados en el lugar del accidente.
No obstante, ya en 2018, la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA, por sus siglas en francés) de Francia, había dicho que la “hipótesis más probable es que se produjo un incendio en la cabina mientras el avión volaba a su altitud de crucero y que el fuego se propagó rápidamente y provocó la pérdida de control del avión”.
Hoy, se conoció el contenido del informe que fue enviado al Tribunal de Apelación de París, que investiga el hecho caratulado como “homicidio sin premeditación”, según lo que dijo el medio italiano. En tanto, las autoridades pertinentes egipcias aún no han emitido ningún comunicado sobre la nueva información y hasta ha sido acusada de negarse a cooperar con la investigación francesa.