Hace hoy 25 años, la Avenida 1 se llenaba de autos clásicos y una marea humana conformada por extras, fans y curiosos cubrían también diagonal 80, en la ciudad de La Plata.
p>Y en la estación de trenes, remodelada para la ocasión a costo de la producción del film, ondeaban, increíblemente, banderas y estandartes nazis.La ciudad viajó en aquel momento más de 50 años en el tiempo para convertirse en un escenario al estilo Hollywood, pero ubicado argumentalmente en la ciudad de Graf, en Austria.
Ese día, de aquel también cálido enero, llegó al país el hiper famoso actor Brad Pitt, quien por ese entonces apenas superaba los 30 años de edad.
Ya estaba desde unos días antes el director del film Jean-Jacques Annaud junto un numeroso equipo técnico para rodar escenas de la película “Siete Años en el Tíbet”.
En el largometraje quedaron poco más de 2 minutos de los 3 días de rodaje que se realizaron en La Plata.
Sin embargo la experiencia para los cientos de extras y colaboradores locales aún hoy sigue vibrando en sus retinas.
La película narra la autobiografía del alpinista austriaco Heinrich Harrer, quien viaja desde la Austria Nazi (1939) hacía el Tíbet para escalar el monte Nanga Parbat.
Con una altura de 8125 msnm, se trata del segundo pico más letal del mundo.
<Tras frustrarse la expedición por el inicio de la guerra, el protagonista vivió durante Siete Años en el Tíbet, lo que le significó una experiencia que cambiaría para siempre su modo de pensar como era el mundo.
En el film, la travesía del alpinista se inicia en la Estación Central Graz de Austria, pero como en 1997 esa terminal ferroviaria ya no tenía la misma fachada, la producción decidió ver que lugar del mundo sí mantenía una estructura similar a la imaginada por su director.
Como las escenas de montaña se grabarían haciendo sede en Uspallata, Mendoza, la Estación de La Plata era una parada fácil, cercana, y cuya estructura se adaptaba perfectamente a lo que el requerimiento de realización pedía.
La Estación de La Plata mantiene el estilo clásico y Nouveau de principios del siglo XX. Incluso en aquel 1997 todavía se utilizaba el viejo tablero de madera para anunciar los servicios.
El casi centenario edificio platense se transformó entonces por completo y recibió pintura, limpieza y muchas refacciones.
En tanto más de 3000 personas se postularon para cubrir los 300 puestos de 'actores' extras para "Siete años en el Tíbet".
Se seleccionaron más de 20 automóviles antiguos de coleccionistas locales y se confeccionaron trajes de época, tanto civiles como militares.
Podría decirse que literalmente se construyó un microclima representativo de la Austria de 1939 dentro de un radio de dos cuadras en la capital bonaerense.
La jornada comenzaba a las 6 de la mañana con un abundante desayuno para todos los actores en los salones del colegio San Vicente de Paul. Luego la marea humana caminaba hasta la estación, brindando un verdadero desfile representativo de los años 40: judíos, aristócratas, soldados, obreros y disidentes políticos.
<Los 3 días de grabación de "Siete Años en el Tíbet" fueron largos y agotadores, hasta entrada la noche, repitiendo una y otra vez las tomas.
La recompensa arreglada con la producción fueron 40 dólares por día de trabajo, una compensación extra por la prueba de vestuario y cortes de pelo, 3 tres comidas abundantes y la posibilidad (¿única en la historia?) de ser parte de un largometraje de nivel internacional.
El corte parcial de las avenidas 1, 44 y diagonal 80 causaron el malestar de los comerciantes, quienes recibieron una compensación base de 100 dólares diarios según el rubro e impacto. Otros, según se reportó en la época, recibieron hasta u$s 500.
En sintonía, detrás del vallado perimetral decenas de fanáticas y curiosos se agolparon para intentar ver el rodaje del film y a la estrella del cine norteamericano.
En ocasiones Brad Pitt, quien llegaba desde Buenos Aires, se tomó su tiempo para saludar y posar para el público. Fuentes: lamovidaplatense.com e infoplatense.com