Transparencia empresarial: G-Certi impulsa la certificación ISO 37001 para prevenir el soborno

Columna escrita por Fernando Arrieta, Director Regional de G-CERTI Global Certification

24-04-2025 - Por Primera Página

Transparencia empresarial: G-Certi impulsa la certificación ISO 37001 para prevenir el soborno

En un entorno global cada vez más exigente en términos de ética y cumplimiento, las organizaciones enfrentan el reto de demostrar no solo su eficiencia operativa, sino también su integridad. La corrupción y el soborno representan riesgos que ponen en juego la sostenibilidad, la reputación y la competitividad de cualquier empresa. Para afrontar este desafío, G-Certi, organismo internacional de certificación, se consolida como un actor clave en la difusión de la norma ISO 37001, la cual brinda a las organizaciones un sistema de gestión anticorrupción sólido y medible.

La ISO 37001 es la primera norma internacional diseñada específicamente para prevenir, detectar y responder a posibles actos de soborno, ya sea dentro de la organización o en su cadena de valor. Su implementación permite establecer políticas claras, controles eficaces y una cultura organizacional basada en la integridad. Mediante esta certificación, las empresas no solo refuerzan su compromiso con la transparencia y la ética, sino que también se posicionan de manera confiable ante sus clientes, inversionistas y aliados estratégicos.

A diferencia de otras iniciativas enfocadas únicamente en declaraciones de principios, la ISO 37001 provee herramientas prácticas para fortalecer los sistemas de control y supervisión:

  • Debida diligencia con socios y proveedores: minimizar el riesgo de conductas indebidas en las relaciones comerciales.
  • Capacitación continua del personal: desarrollar competencias y promover una mentalidad de prevención.
  • Mecanismos de denuncia seguros: incentivar la comunicación interna y la transparencia en todos los niveles.
  • Evaluaciones de riesgos periódicas: identificar y prevenir vulnerabilidades antes de que surjan incidentes.

La propuesta de G-Certi se destaca por su visión estratégica, que fusiona el cumplimiento normativo con el fortalecimiento institucional. Cada auditoría se convierte en una oportunidad para detectar áreas de mejora, alinear procedimientos y reforzar la cultura ética. El proceso de certificación no solo valida la implementación de controles, sino que contribuye a generar un sello de confianza imprescindible para empresas de cualquier tamaño o sector.

La ISO 37001 cobra mayor relevancia en industrias expuestas a alto riesgo de corrupción —como obra pública, servicios financieros, logística internacional, energía o farmacéutica—, pero cualquier organización, pública o privada, grande o pequeña, puede beneficiarse de su enfoque preventivo. En un entorno donde las exigencias de cumplimiento son cada vez mayores, esta certificación se convierte en un factor de diferenciación para participar en licitaciones, firmar alianzas estratégicas o expandirse en mercados internacionales.

Además, la norma se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular con la meta de promover instituciones eficaces, responsables y transparentes. Así, adoptar ISO 37001 es un paso decisivo hacia una gestión más responsable, donde la integridad se consolida como piedra angular de la actividad económica.

Con esta visión, G-Certi reafirma su compromiso de acompañar a las organizaciones en la construcción de una cultura empresarial más ética. Sus servicios van más allá de la simple entrega de un certificado: un enfoque cercano y personalizado, y el respaldo de una entidad reconocida a nivel internacional. De este modo, la certificación ISO 37001 deja de ser un trámite para convertirse en un catalizador de transformación, evidenciando que la transparencia es una práctica cotidiana y medible.

Para conocer más sobre cómo la certificación en ISO 37001 y otras normas pueden fortalecer la competitividad y reputación de su organización, visite www.gcerti.org o póngase en contacto con nuestro equipo.


Columna escrita por Fernando Arrieta, Director Regional de G-Certi Global Certification