El senador provincial Marcelo Daletto presentó un proyecto de Ley para establecer que en la provincia de Buenos Aires, los comercios gastronómicos con atención al público -restaurantes, confiterías, bares, cafés, casas de té-, brinden a sus clientes agua potable de red apta para el consumo en forma suficiente y gratuita; panera apta para celíacos o libre de gluten; y sal libre de sodio como opción a la sal tradicional.
“El objetivo de esta iniciativa es seguir impulsando todas las medidas que puedan favorecer a la salud pública y nos permitan llevar adelante acciones para mejorar la calidad de vida de los bonaerenses”, señaló el Legislador.
Y agregó que “Es sabido que el consumo de agua potable es un beneficio para la salud de las personas y también de la importancia de identificar y ofrecer los alimentos a las personas celíacas dado que muchas veces, no están incluidos en las ofertas gastronómicas”.
En esa línea, Daletto agregó que “También sabemos que el consumo de sodio genera muchas desventajas en el organismo de quienes sufren enfermedades como hipertensión, trastornos renales y cardiovasculares, entre otros”.
“Vamos a seguir desarrollando políticas públicas que sean el punto de partida para contribuir con el cuidado de la salud de todas las personas a través de acciones simples hasta que esos cambios en la vida cotidiana queden establecidos en la sociedad”.
A la hora de pedir la cuenta, se habrá plantado la duda sobre si lo que estamos pagando en la factura es lo justo y correcto. ¿Es legal que te cobren el agua o un suplemento por la higiene que deben realizar para mantener lejos el virus?
Son conceptos que aparecen en los tickets, y que suscitan las dudas de los consumidores. Por ello, las Organizaciones de Consumidores y Usuarios han publicado una serie de consejos para prevenir problemas y te recuerda que la covid-19 es una causa justificada de anulación que permite, por tanto, el reembolso de las cantidades adelantadas.
Cobrar por el agua corriente es mezquino. Lo normal es que te proporcionen un vaso o jarra de agua cuando la pidas, sin obligarte a pagar por ello. Ahora bien, si lo recogen en la lista de precios, legalmente podrían hacerlo. La última moda es servir agua del grifo pero «tratada» (filtrada, osmotizada... o simplemente en un recipiente «fashion»), lo que les da la excusa ideal para cobrarte por ella.
Otro ítem es cobrar por el hielo de un refresco, un café o agua es tan abusivo como si te cobraran por usar la vajilla… pero si lo decide el establecimiento, para poder hacerlo debería indicar en la lista de precios el coste del producto con y sin hielo.
Recuerdan también que el establecimiento está obligado a entregar al cliente el ticket o la factura donde se detallen todos los productos. Sería imprescindible para cualquier reclamación posterior o en caso de intoxicación.
La recomendación final es revisar la factura antes de pagarla para comprobar que no te han cobrado de más. Si tienes alguna queja y tras expresarla con educación y argumentos el establecimiento se niega a rectificar, podes solicitar un libro de quejas donde dejar constancia de lo ocurrido.