No resulta una novedad que tanto Estudiantes como Gimnasia sean equipos con los que siempre hay que tener cuidado. En La Plata hay buen fútbol y los rivales lo tienen bien en cuenta, este año, para la Copa de La Liga, ambos equipos se reforzaron bien y se prepararon para luchar por los primeros puestos aunque con diferentes objetivos. Finalmente llegó el debut, donde nos regalaron una excepcional victoria y un empate que seguramente sirva de cara al futuro.

Triunfazo en UNO que alimenta la ilusión

Cabe destacar que a ambos les tocó jugar contra unos de los grandes del fútbol argentino. En este caso, Estudiantes tuvo que enfrentar a un Independiente que para este año se reforzó con jugadores de élite cómo Alexis Vigo o Leandro Fernández, pero el Pincha rompió contra todos los pronósticos y logró sacar un increíble resultado en el Estadio Jorge Luis Hirschi.

El elenco Albirrojo venció por 2 a 1 a Independiente en un duelo muy reñido donde ambos le hicieron honor a su historia y no resignaron su estilo de juego tradicional. Independiente nunca dejó de intentar llegar al área pincharrata con la pelota al ras del piso y con la posesión del balón en su poder, pero el poderío Pincha en pelota parada logró sentenciar el encuentro.

La primera parte fue muy chata, ninguno se lució y se estudiaron demasiado, ya que cualquiera podía sorprender. Mucha imprecisión y poca claridad, pero el empuje de la gente le dio al Pincha un plus para ir al frente y tratar de tomar el protagonismo, aunque inquietando poco al rival.

Pero después del aburrimiento llegaron los goles, el Pincha sacó de la galera su ancho de espadas: el juego aéreo. Tras un centro de Castro a la carrera por la banda izquierda, Mauro Boselli se alzó entre dos defensores del Rojo y logró pegar un frentazo al balón que terminó ingresando pegado al palo derecho del arquero Sebastián Sosa, que nada pudo hacer. Pasaba al frente el Pincha y UNO estallaba de alegría por la vuelta del goleador.

Minutos después, volvió a las bases y se reencontró con una situación de pelota parada que no desaprovechó. Centro de Zuqui y un cabezazo certero de Rogel pondrían las cosas 2 a 0 en el Hirschi. A los 60 minutos, el Rojo logró el descuento tras un córner. Laso controló dentro del área y puso el descuento con la diestra.

Finalmente, a pesar de los intentos del Rojo, Estudiantes se replegó muy bien y apeló a la contra, que casi le permite estirar la ventaja. La victoria fue del Pincha y sin tiempo para pensar, ya debe entrenar en vistas de lo que será el duelo frente a Huracán el próximo martes.

Empate soso y con ganas de algo más

Del lado de la vereda de enfrente, a Gimnasia le tocó visitar a un Racing en pleno recambio y acostumbrándose a la impronta de su nuevo técnico Fernando Gago. En este caso fue el equipo académico el que rompió con los pronósticos ya que sus resultados no fueron los mejores en la pretemporada y mostró más de lo que se esperaba. Por eso Gimnasia debió adaptarse al protagonismo rival y a partir de ahí ir escalando hasta mejorar.

El resultado final fue un amargo 0 a 0, de esos que te dejan con ganas de más. El encuentro fue atractivo, por momentos fue un lindo ida y vuelta constante en el que prometía tener muchas emociones, pero nada de eso sucedió y luego cada uno defendió su resultado.

En el comienzo, la Academia se impuso en el juego por ser local y empujó más junto a su gente. Cardona fue la clave de ese Racing ofensivo, era el dueño de la pelota y generó ocasiones muy claras. El Lobo, por su parte, atacó por la banda de Carbonero que desequilibró todo el partido y generó las ocasiones más claras del Tripero. En el primer tiempo se perdió un mano a mano con Chila Gómez que le tapó el remate.

A los 26 minutos, llegó el penal para el local, tras un agarrón de Gerometta sobre Mena. Y allí, un minuto más tarde, Rodrigo Rey se convirtió en héroe atajando el débil remate de Javier Correa, para mantener el arco en cero del Tripero.

La segunda etapa fue más friccionada, Racing replegó a Gimnasia pero no logró concretar ninguna llegada de peligro, por el otro lado el Lobo se asentó en la mitad de la cancha con los cambios y se mostró más tirado al ataque sobre el final, donde Johan volvió a tener en sus pies la definición del partido y Gómez, la figura de Racing, volvió a negarselo.

Todo terminó en un soso 0 a 0 en el que ambos equipos se fueron de la cancha creyendo que podían hacer mucho más para alcanzar la victoria, que llegará en alguna de las próximas fechas. Mientras tanto, el Lobo deberá ponerse a pensar en el debut en el Bosque frente a San Lorenzo de Pedro Troglio, un encuentro más que especial.