Cónclave 2025: Tucho, el tapado argentino que puede ser papa
Las posibilidades de tener otro papa argentino son consideradas casi nulas por la gran mayoría de los periodistas y analistas que diariamente lamen las antiguas paredes del Vaticano, en pleno corazón de la Roma milenaria.
Sin embargo, hay un tapado que casi nadie considera y nosotrsos si. Se trata del ex arzobispo de La Plata y antes titular de la UCA, Víctor Manuel "Tucho" Fernández, que fue el faro intelectual de Francisco en los más de 12 años de papado.
Tucho llega a este cónclave ocupando el mismo lugar que Benedicto XVI cuando fue ungido papa. El cónclave de 2005 reunió a los miembros del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica tras la muerte del papa Juan Pablo II.
Tuvo inicio el lunes 18 de abril de 2005 y finalizó al día siguiente. En el cónclave fue elegido como papa el cardenal Joseph Ratzinger, de 78 años, desde entonces conocido como Benedicto XVI.
El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, es para el Vaticano la guía intelectual y doctrinaria de la iglesia en el mundo. Es el cargo más importante en términos reales. Aunque el secretario de Estado tenga más chapa, no define políticas de fondo sino solo temas administrativos.
Tucho fue el hacedor de los principales documentos escritos emitidos por el Vaticano durante todo el papado de Francisco. Antes de ser cardenal e instalarse en Roma, Víctor Manuel "Tucho" Fernández hablaba telefónicamente dos o tres veces por día con Francisco, durante largos minutos.
En el primer piso de la Curia platense, frente a la histórica y maravillosa catedral gótica de 14 y 53, Víctor Manuel "Tucho" Fernández redactó homilías, encíclicas y otros documentos claves para el catolicismo mundial de la última década.
En este cónclave, Víctor Manuel "Tucho" Fernández será fundamental porque es un voraz constructor de concensos y es la voz más clara del amplio universo de cardenales que buscarán seguir el camino marcado por Francisco.
Cuánto más largo sea el cónclave, más posibilidades tendrá tucho, teniendo en cuenta que no arranca como candidato, pero si como articulador de concensos. Y en un ámbito donde se deben conseguir dos tercios de los votos, su rol será fundamental.
Si pasan los días, las votaciones (4 por día), y no hay acuerdo, los figurones pierden fuerza y los armadores (como Víctor Manuel "Tucho" Fernández), comienzan a acordar entre ellos. En ese esquema, sin dudas el argentino será el armador central (algo así como un DT), del espacio "oficialista", que es por mucho el más numeroso.
Y si se trata de nacionalidades, muchos analistas improvisados repiten en los medios que no pude repetirse un papa latinoamericano y mucho menos argentino. Sin embargo, ese análisis es poco serio. En el cónclave solo se juntan votos por proximidad ideológica y objetivos a futuro, no por procedencia geográfica.
Hoy, miércoles 7 de mayo de 2025, la Iglesia Católica inicia el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril de 2025. Participan 133 cardenales menores de 80 años provenientes de 70 países, de los cuales 107 fueron nombrados por Francisco, 21 por Benedicto XVI y 5 por Juan Pablo II.
La jornada comenzó con la misa "Pro eligendo Pontifice" a las 10:00 a.m. (hora de Roma), seguida por la entrada de los cardenales a la Capilla Sixtina a las 16:30, donde prestarán juramento y se efectuará la primera votación entre las 18:00 y 19:00.
El resultado se comunicará mediante la tradicional fumata: blanca, si hay nuevo Papa y negra si no lo hay.
Argentina cuenta actualmente con ocho cardenales, pero solo cuatro de ellos tienen derecho a voto en este cónclave:
Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, es considerado el principal heredero intelectual del papa Francisco. Su cercanía al pontífice y su rol clave en las reformas doctrinales lo posicionan como un "kingmaker" (hacedor de reyes) en el cónclave, aunque su perfil no lo ubica entre los principales papables.
Arzobispo de Córdoba, jesuita y cercano a la línea pastoral de Francisco. Su perfil pastoral y su trabajo en las periferias lo alinean con la visión de una Iglesia más inclusiva y comprometida con los pobres.
Arzobispo emérito de Buenos Aires, sucesor de Bergoglio en la arquidiócesis porteña. Aunque ya retirado, su experiencia y conocimiento del Vaticano podrían influir en las deliberaciones.
Arzobispo de Santiago del Estero desde 2024, es el primer arzobispo de esa diócesis y primado de Argentina. Miembro de la Congregación de la Misión, su trayectoria pastoral y su trabajo en regiones periféricas reflejan el enfoque de una Iglesia más cercana a los marginados.
Después de 12 años de un pontificado argentino, es poco probable que otro connacional de Bergoglio sea elegido por los cardenales.
Sin embargo, la influencia de los cardenales argentinos podría ser significativa en la elección de un sucesor que continúe con las reformas iniciadas por Francisco.
En este contexto, Víctor Manuel "Tucho" Fernández podría desempeñar un papel clave en la construcción de consensos en torno a un candidato que garantice la continuidad del legado de Francisco.
Además de los cuatro electores, hay otros cardenales argentinos que, por superar los 80 años, no tienen derecho a voto pero cuya presencia y experiencia son relevantes:
Fraile capuchino y confesor en el Santuario Nuestra Señora de Pompeya en Buenos Aires, fue creado cardenal por Francisco en 2023. Su vida dedicada al confesionario y su humildad lo convierten en una figura emblemática de la Iglesia argentina.
Prefecto emérito de la Congregación para las Iglesias Orientales, con una vasta experiencia en la Curia Romana.
Arzobispo emérito de Tucumán, reconocido por su labor pastoral en el noroeste argentino.
Arzobispo emérito de Paraná, con una destacada participación en el CELAM y en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica.
El próximo papa enfrentará desafíos significativos: la continuidad de las reformas iniciadas por Francisco, la lucha contra los abusos dentro de la Iglesia Católica, el fortalecimiento del diálogo interreligioso y la respuesta a las crisis sociales y ambientales.
La elección de un pontífice que mantenga el enfoque en una Iglesia más cercana a los pobres y comprometida con la justicia social será clave para consolidar el legado de Francisco y responder a las expectativas de millones de fieles en todo el mundo.