Si bien tanto perros como gatos forman parte de la gastronomía tradicional de ciertas culturas, es sabido que en Argentina y la región incluimos a estos animales en nuestras familias e incluso creamos leyes que bregan por su bienestar.
Aun conociendo esto, un joven salió a la calle a juntar firmas para pedir que las carnicerías obtengan el permiso necesario para llevarlos a sus mostradores y difundió la escena a través de un video que ya alcanza a más de 500 mil cuentas en redes sociales.
"Estamos buscando apoyo para que nos habiliten a vender carne de otras especies. No solo vaca, cerdo, gallina, sino también caballo, conejo, perro, gato...", se lo escucha plantear el autor de la filmación.
Como era de suponer, la reacción de los transeúntes es mayoritariamente negativa. Sin embargo, el protagonista de la intervención refuta: "¿No comés carne? Es lo mismo".
Es que lo que no sabían los peatones era que, en verdad, estaban siendo partícipes de una campaña de concientización de Sebastián Bustamante, un activista de 40 años que organiza diversos debates y actividades para difundir el veganismo.
"El objetivo del video es dejar en evidencia el conflicto mental que ocurre en las personas cuando sus comportamientos no coinciden con sus valores. Esto se llama disonancia cognitiva y queda de manifiesto en el video al sugerir usar a los perros y gatos como alimento de la misma manera en que usamos a las vacas, cerdos o gallinas", dice.
p>El recurso que usa Sebastián para generar impacto es la psicología inversa. "Tiene como expectativa animar al sujeto a hacer lo que realmente desea, demostrando (en este caso) que no se está a favor de la explotación y matanza de otros individuos y, por ende, invitando a la audiencia a modificar sus hábitos para ser coherentes con sus valores", explica.Mientras que, culturalmente, nuestra sociedad tiene tendencias a proteger a los perros, gatos, delfines, pandas y algunas otras especies, también les causamos un daño innecesario a otras como vacas, cerdos, gallinas y peces
Según el creador de la campaña, las reacciones más comunes fueron la sorpresa, el desagrado y la bronca. "Algunas personas se iban sin siquiera contestar, y mismo una pareja se alejó de mí gritando que yo debía estar preso por sugerir matar perros y gatos", cuenta.
Paradójicamente, estas personas tienen razón y coincido con ellas. Eventualmente sucederá que las personas que maten o perjudiquen a otros individuos (más allá de su especie) deberán responder legalmente
En este marco, el joven remarca que "todo es parte de una cultura que debe ser revisada de manera urgente ya que no existen diferencias entre las especies que justifiquen proteger a algunas y dañar a otras".
"Los demás animales no son cosas y no están aquí para nosotros. No hay ningún justificativo para comerlos ya que todos los nutrientes que necesitamos los encontramos en el reino vegetal", reflexiona, y cierra:
Las personas éticas cambian sus hábitos
Mientras el video de Sebastián sigue viralizándose, otro que muy alejado está de ser ficción suma cada vez más vistos en la web: tras el vuelco de un camión con cerdos sobre la Ruta Nacional 9, decenas de personas se agolparon para llevarse a los animales, que estaban vivos y aterrorizados.
Las imágenes son consideradas "dantescas" por muchos usuarios de las redes sociales, que condenan el accionar de los vecinos. Sin embargo, podría entenderse como otro ejemplo de la disonancia cognitiva de la cual hace referencia el activista, ya que las mismas personas que critican el maltrato y la matanza de los cerdos en este contexto son las que luego financian esta actividad puertas adentro, en los mataderos. Fuente: infocielo.com