Por el Lic. Pablo Perez, coordinador de La Plata Solidaria.

p>
Seguramente serán horas, quizá algunos días en que “Las Maias” estarán en boca de todos. Debés en cuando “estalla” la bomba cerca de la trinchera y algunos se acuerdan de la batalla y entonces salen a combatir y a gritar su dolor por las miles de Maias que están ahí, pero cuya única desgracia es no haber sido reconocidas por los medios de comunicación masiva. Viven en casi ranchos, casi, viven en la calle, acompañan en el cirujeo cotidiano a sus padres y la escuela, la escuela es algo que ya pasó a ser categoría de privilegio, aunque esté cerquita, en el barrio. 60 % de niños que viven en la pobreza y 12 %de indigentes no pueden dar otro resultado que una realidad que no para de producir “Fordismo de pobres”, miles de Maias.

Aparecerá el político que nos planteará la ”Ley Maia”, con un sinfín de párrafos que en unos meses caerán en letra muerta y que seguramente serán un "copia y pegue" de decenas de tratados internacionales, leyes, normas que nos hablan de los derechos del niño. No hace falta tanto.
El tema pasa en un principio por reconocer el fracaso estrepitoso de todas las políticas públicas que han intentado abordar la tragedia de la pobreza en nuestro país. Espasmódicas y acomodaticias a los tiempos electorales no han hecho más que profundizar una situación lacerante que si uno no creyera que “el hombre es bueno”, , pensaría que es un plan premeditado para convertir a lo que queda de ciudadanía en esclavos.

La batalla es larga, en los niños que piden y corretean entre autos en cada semáforo de la ciudad hay una pelea desigual. Familias enteras arrojadas a vivir sin otra esperanza que comer hoy, sólo hoy. La dignidad del trabajo que ya pasa a ser un recuerdo de nuestros padres y abuelos y que no ingresa en el paradigma de realización de millones; y la educación. Ahí llegamos al arma que empezaría a poner en retirada al ejército invasor. Lo de Maia es directamente proporcional al desastre que implica una educación Pública que cada vez es menos Pública, que no llega y que si no fuera por el esfuerzo de miles y miles de docentes que desde el anonimato cotidiano intentar contener el avance del enemigo, la bandera blanca ya estaría izada en el mástil. La blanca por la argentina, no lo duden.

Si no comprendemos como sociedad que la educación, que no es ir cuatro horas a la escuela para comer, nos salvará de cada una de las tragedias sociales que día a día se van sucediendo, algunas con más prensa que otra, estamos condenados a la retirada profunda y a una derrota sin precedentes que sin dudas la pagaremos por decenas de años. Apareció Maia, pero, somos nosotros los que tenemos la enorme responsabilidad de dar la batalla, sin trincheras ni cuarteles, en cada uno de nuestros frentes cotidianos para convencer a millones que “cuando se nace pobre , estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema, porque el saber rompe la esclavitud”, palabras de un gran general, Tomás Bullat.

Nota: El concepto de fordismo alude al sistema que se basa en la producción en cadena o en serie. Su denominación deriva de Henry Ford, el fundador del fabricante de vehículos Ford Motor Company.