Para aclarar dudas: cuál es la diferencia entre los PCR, test de antígenos, de anticuerpos y para qué sirven

05-05-2021 - Por Primera Página

El desarrollo de la pandemia en los últimos 15 meses fue seguido de cerca por grandes avances científicos no sólo en vacunas sino también en los tests de detección del virus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19. En la Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) lleva a aprobados al 25 de febrero (último dato disponible) 237 reactivos de diferente tipo, marca y origen.

p>Los test tienen diferentes objetivos: desde hacer el diagnóstico clínico a personas con sospecha de COVID-19, pasando por pruebas para conocer la respuesta inmune a la enfermedad o a las vacunas, hasta la realización de estudios de vigilancia epidemiológica sobre grupos poblacionales.

Hay 3 tipos de test: los moleculares que detectan material genético (ARN) del virus. Los de antígenos, que también delatan la presencia viral constatando la presencia de algunas de las proteínas características de este coronavirus. Y, finalmente, los serológicos cuyo objetivo es identificar ciertos anticuerpos cuya presencia revela que el SARS-CoV-2 interactuó con la persona. También pueden indicar que la vacunación generó una respuesta inmune”, le explicó a Chequeado la doctora Valeria Levi, investigadora del Conicet en el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.

Para determinar si una persona tiene COVID-19 se usan los test moleculares (como la PCR), que buscan material genético del virus, o los de antígenos, que detectan la presencia de proteínas virales. En cambio, para los estudios de vigilancia epidemiológica los indicados son los test serológicos que marcan la presencia de anticuerpos específicos”, agregó la doctora Valeria Genoud, investigadora y jefa de Trabajos Prácticos en el Departamento de Química Biológica de la UBA.

Un repaso por cada tipo de test y para qué se recomiendan en cada caso.

Los test moleculares: PCR y LAMP

Para el diagnóstico de la enfermedad actualmente el gold standard [N. de la R.: es decir, que tiene máxima fiabilidad] es el denominado RT-qPCR. Su nombre se origina en las siglas Real Time Polymerase Chain Reaction (reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa en tiempo real)”, detalló a Chequeado el doctor Fernán Agüero, jefe del Laboratorio de Genómica del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad de San Martín.

Este investigador del Conicet agregó que “la PCR puede realizarse a partir de dos tipos de muestras que se toman en forma diferente: el hisopado nasofaríngeo o la muestra de saliva”.

En general, se prefiere el nasofaringeo porque -si bien para algunos es algo más molesto- la muestra del material que se obtiene con esta técnica requiere menores precauciones que la de saliva.

Según los expertos, diversos estudios determinaron que la PCR-RT posee una altísima sensibilidad al virus, cercana al 99%, y por eso es el gold standard. En el caso de partir de una muestra de saliva la sensibilidad también es alta aunque algo menor (alrededor del 94%). Es que la saliva contiene enzimas digestivas que pueden degradar proteínas y ARN viral nucleicos.

Además, la ingestión de alimentos, fumar, el lavado de dientes, así como demoras en el procesamiento del material colectado podrían afectar la calidad y/o cantidad de ácidos nucleicos virales. En definitiva, estas muestras pueden estar afectadas por factores que reducen la sensibilidad del test”, acotó Agüero.

La prueba de PCR en tiempo real es la recomendada por el Ministerio de Salud de la Nación, así como también por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para diagnosticar a personas consideradas casos sospechosos de COVID-19 y dar el alta de aislamiento en pacientes con formas graves de la enfermedad, ya que es el test más sensible y específico. 

Actualmente, -según Agüero- en pocas horas y por medio de técnicos entrenados, recurriendo al equipamiento de un laboratorio de complejidad media, el diagnóstico por PCR tiene alta confiabilidad. Esta se define en base a la sensibilidad y a la precisión. La primera es el poder detectar a la persona que está infectada. Una sensibilidad del 99% significa que se logra determinar la presencia de ARN de SARS-CoV-2 en 99 de cada 100 personas. En cuanto a la especificidad, tiene que ver con el logar determinar que el ARN hallado en la muestra realmente corresponde al SARS-CoV-2 y no a otro virus”.

A pesar de su confiabilidad, en algunos casos este test podría dar un falso negativo pero eso no tiene que ver con su precisión sino con la dinámica de replicación viral dentro del organismo. Por ejemplo, si la persona se contagió 48 horas antes y se hisopa, podría dar negativo debido a que la muestra aún no contiene virus detectable. Por eso, en las guías oficiales se sugiere que la toma de muestra para diagnóstico deba realizarse preferentemente en los primeros días tras el inicio de los síntomas.

Aparte de la RT-qPCR hay otro test molecular disponible capaz de detectar la presencia de ARN viral pero que se basa en otras técnicas de amplificación de material genético y que ofrecen resultados en menor tiempo que la RT-qPCR.

Estos otros test también parten de una muestra inicial tomada por hisopado pero requieren de un equipamiento de laboratorio menos sofisticados que la PCR. También los técnicos que lo realizan requieren de un menor entrenamiento. Esta otras técnicas de amplificación de ácidos nucleicos se conocen por siglas como LAMP (Loop-Mediated Isothermal Amplification) o ELA (Easy Loop Amplification) y la diferencia central es que los resultados obtenidos por esta técnica pueden resultar algo menos sensibles a la hora de detectar la presencia de partículas virales: rondan el 90% de sensibilidad.

Pruebas de antígenos

Otra opción de testeo relacionado con el SARS-CoV-2 son las pruebas de antígenos. Estos detectan la presencia de alguna otra parte del virus que no sea su material genético. Por ejemplo, buscan la presencia de algunas proteínas características de la cápside que envuelve al virus.

Su realización también necesita de una muestra de hisopado que se procesa. Y se lo puede llamar “test rápido” porque sus resultados pueden demorar de 15 a 30 minutos. Este tipo de kit también resulta algo menos sensible que la PCR-RT, debido a su periodo de “ventana” -de alrededor de una semana- en la cual los antígenos son detectables. Luego, su sensibilidad para el diagnóstico decae.

Actualmente, el uso oficial recomendado de este kit de testeo es la realización de diagnóstico confirmatorio para casos sospechosos con síntomas leves o moderados, pero sólo se recomienda su realización durante los primeros 7 días desde el inicio de síntomas en escenarios de transmisión comunitaria con mediana/alta prevalencia de casos.

La búsqueda de antígenos (proteínas) del virus puede ser un método levemente menos sensible y específico, si bien eso dependerá especialmente de la calidad del dispositivo y de los reactivos utilizados.

Hoy la elección del método de diagnóstico (test de PCR o test de antígenos) se hace en base a consideraciones que tienen que ver con el desarrollo de la pandemia y la disponibilidad de recursos”, dijo Levi, agregó: “Hay momentos en que se necesita velocidad para detectar casos y aislar a los infectados y puede preferirse el de antígenos que toma unos minutos, mientras que -en otro momento- puede requerirse mayor sensibilidad y se recurre a los test moleculares (como la PCR-RT), cuya realización puede tomar horas”.

Incluso, según Genoud, ambos pueden usarse complementariamente: “Si el test de antígenos da positivo se considera a la persona ‘infectada’. Pero si da negativo al antígeno, y los médicos necesitan seguir investigando el origen de la sintomatología del paciente, se podría indicar la repetición del test, pero optando por un test RT-qPCR”. De hecho, el Ministerio de Salud de la Nación advierte que “el resultado negativo (no reactivo) en las pruebas de detección de antígeno no permite descartar la enfermedad por SARS-CoV-2”.

En los últimos días, la ANMAT aprobó la comercialización en farmacias del test de antígenos “Immunobio” que sirve para detectar coronavirus, buscando antígenos. Según los importadores, este kit de origen chino tiene una confiabilidad en la detección superior al 96%. Y, si bien es un producto de venta libre, el hisopado para obtener la muestra debe ser realizado por un profesional médico o bioquímico entrenado.

Test de anticuerpos

Los test que buscan la presencia de anticuerpos tienen otros objetivos. “Son tests serológicos (estudios de anticuerpos en suero sanguíneo) que no se utilizan para la determinación del estado de salud de una persona sino para hacer vigilancia epidemiológica”, explicó Levi.Lo que busca este test es la presencia de 2 tipos de anticuerpos, los IgM y los IgG, cuya presencia revela que la persona estuvo en contacto con el virus”, agregó.

También estos tienen varias opciones y recurren a diferentes técnicas. Los hay “rápidos” (tipo test de embarazo) o algo más lentos como el tipo ELISA (cuya realización toma 3 horas y se hace en laboratorio). Este último también es más sensible y permite determinaciones cuantitativas.

Sin embargo, ninguno se usa para diagnóstico ya que el paciente podría estar infectado pero no manifestar aún la presencia de anticuerpos y su aparición puede tomar semanas, según detalla el “Consenso del Comité Asesor para temas de COVID-19 del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires sobre Diagnóstico y Vigilancia”. Esa es la razón por la que este test se emplea para vigilancia epidemiológica sobre grandes grupos de personas y sirve para evaluar el avance de la pandemia en una población determinada (barrio, ciudad, país).

Tampoco tiene sentido hacerse este tipo de tests para saber si se poseen anticuerpos contra el virus. “La presencia de anticuerpos es, apenas, una de las respuestas inmunes ante la infección. Además, aunque haya presencia de anticuerpos también sería necesario determinar su cantidad o concentración y si son, o no, capaces de neutralizar la acción viral. Esos datos no pueden conocerse en detalle con los tests rápidos serológicos de anticuerpos”, explicó Genoud.

En los últimos tiempos se está comenzando a utilizar los test del tipo ELISA para hacer seguimiento de la respuesta inmunológica generada por las vacunas, algo tan importante como -hasta hace unos meses- lo era la vigilancia epidemiológica. Como explicamos en esta nota, el Ministerio de Salud no recomienda en ningún caso el dosaje de anticuerpos post vacunación para evaluar la inmunidad contra la COVID-19 proporcionada por la vacuna, salvo que sea en el contexto de un estudio epidemiológico.

Para la realización de test de anticuerpos se toma una muestra de sangre y se buscan los anticuerpos que indiquen que el paciente estuvo, en algún momento, infectado por coronavirus. Estos kits buscan detectar la presencia de varios tipos de anticuerpos (o inmunoglobulinas): del tipo “M”, del tipo “G” o del tipo “A”. En este punto es importante recordar que, según la Food and Drug Administration (FDA) -el organismo responsable de la regulación de medicamentos y dispositivos médicos de EE.UU.-, no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo se extiende la presencia de anticuerpos tras una infección.

Finalmente, algo importante que acotó Agüero, es que “con el avance de la pandemia y la aparición de nuevas variantes virales los kits de testeo, si bien en general siguen funcionando y siendo confiables, podrían perder cierta sensibilidad. Por lo tanto, es necesario tener cuidados permanentes para verificar que las nuevas variantes no ‘escapen’ a los reactivos diagnósticos”. Fuentes: lamovidaplatense.info y chequeado.com