p>A casi un año del comienzo de la pandemia en la región, los científicos afirman que no es necesario desinfectar las compras para evitar los contagios de coronavirus. Los expertos advirtieron que “hay poca evidencia” de casos positivos que hayan contraído el virus por los alimentos que vienen de almacenes y supermercados, por lo que desaconsejaron esa práctica y explicaron que el esfuerzo debe estar enfocado en el uso de barbijo y la ventilación.
"Poco o nada. Sólo dos o tres posibles casos en la literatura científica, pero ni siquiera estos están probados", manifestó respecto de la transmisión de COVID-19 en las superficies el biólogo Emanuel Goldman, profesor de la Universidad de Rutgers de New Jersey, Estados Unidos, en una publicación en la revista científica británica The Lancet.
En esa línea, agregó que "se ha asumido un riesgo clínicamente significativo de transmisión del SARS-CoV-2 por fómites (superficies u objetos inanimados) sobre la base de estudios que tienen poca semejanza con escenarios de la vida real", y explicó que el coronavirus no sobrevive en una superficie por largo tiempo, como indicaron diversos estudios: “Este es un virus frágil que muere rápidamente en el medio ambiente y cuando se seca. La luz solar lo mata casi de inmediato. Prácticamente todas las pruebas para virus vivos (con capacidad infectiva) cuando se encontró ARN viral han sido negativas".
Goldman consideró que el único escenario en el que él considera que es posible la transmisión por esta vía es "si alguien toca una superficie recién contaminada (dentro de una o dos horas después de la contaminación), y luego se toca la boca, la nariz o los ojos, también dentro de una hora o dos, sin haberse lavado las manos; pero incluso este escenario es hipotético".
Por su parte, la viróloga argentina e investigadora del Conicet Sandra Cordo sostuvo que "existe numerosa evidencia de la presencia (y persistencia por muchas horas) de genoma viral en superficies de diversa índole (como cartón y aluminio) en situaciones experimentales (condiciones simuladas en laboratorios), pero no existen datos originados de situaciones reales de contagio".
Sin embargo, expresó que esos datos “no implican que podamos descartar el contagio por la vía de fómites pero tampoco podemos saber con certeza cuántos de los contagios en la vida real se deben a esta vía de transmisión".
A pesar de que el lavado de manos frecuente sigue siendo una herramienta clave para evitar el contagio de éste y cualquier otro virus o bacteria, Cordo señaló que "es importante la idea de sumar cuidados y saber que hay otro frente que debemos atender y es el de los aerosoles. Todo parecería indicar que sí podemos relajar un poco con las cosas del super o con cambiarnos la ropa cuando venimos de la calle, lo que en mayo del año pasado nos sacaba el sueño", indicó.
"Esa energía hoy la tenemos que poner en el uso de barbijos con buen ajuste, en mantener la distancia de dos metros y en ventilar los espacios cerrados para cuidarse de la exposición a aire potencialmente contaminado por virus", concluyó. Fuente: 0221.