Aunque fue presentado hace ya unas semanas, el impacto de esta noticia se limitó a informar sobre el nuevo lanzamiento de la compañía de Elon Musk, Tesla Motors. Pero poca o ninguna importancia le dieron los medios al significado de semejante avance tecnológico que suponen estos dos nuevos vehículos de Tesla.
En primer lugar se presentó el primer camión completamente eléctrico, el Tesla Semi, con autonomía de 800 km, sin requerir servicios y con una aceleración muy superior a los actuales camiones a gasolina así como también el frenado, dejando atrás a las viejas babosas actuales. El precio, prácticamente igualado a los equipos actuales a gasolina sumado al ahorro energético que supone un vehículo eléctrico para las compañías de transporte.
Aunque el Tesla Semi parecía ser la frutilla del postre durante la presentación, Elon Musk ya había anunciado que habría una sorpresa para coronar la noche, y así fue realmente cuando hizo su aparición en el escenario la nueva versión del Tesla Roaster II, lo que sería la segunda versión del primer deportivo íntegramente eléctrico fabricado por Tesla Motors en los años 90.
El Roaster II y sus prestaciones dejaron realmente a todos los presentes con la sensación de que el futuro había llegado y estaba frente a todos.
El Roaster II deja atrás todos los prejuicios que podría alguien tener hacia los vehículos eléctricos. Con una autonomía inigualable de 1000 kilómetros, tres motores, tracción integral en las cuatro ruedas, una increíble aceleración de 0 a 100 km/h en 1.9 segundos, es decir, más rápido que un Fórmula 1 actual o cualquier otro automóvil sobre la tierra, y una velocidad final limitada de 400km/h, este super deportivo supone un quiebre en la tecnología del transporte en automóvil.
Como bien lo dijo el creador de la compañía, Elon Musk, "esto es realmente estúpido" pero un camino necesario ya que, con el Roaster II "daremos el batacazo final a los autos de gasolina", no habrá chance para esos ruidosos e ineficientes motores a explosión.
Además de todo esto, el Roaster II comenzará a fabricarse en 2020 a un costo base de 200 mil dólares y eso sólo por la versión base, si, está bien escrito, el Roaster II se ofrecerá en una versión aún mejor. Podríamos llegar a creer que el precio es exuberante, aunque no pensaríamos de la misma manera si tenemos en cuenta que una Bugatti Chiron o cualquiera de esos coches para excéntricos millonarios cuesta diez veces más y ni siquiera llega a pisar los 2 segundos de aceleración de 0 a 100.
La idea de el Roaster II no cambia mucho la historia para quienes no podemos darnos esos lujos, pero impulsa una verdadera carrera entre las fábricas de automóviles por entrar en el terreno de lo eléctrico lo más rápido posible, desarrollar nuevos productos y, en consecuencia, competir en precios para beneficio del consumo masivo.
La conclusión es lógica, la era del motor de gasolina a llegado oficialmente a su fin y este radical avance es patrocinado por Elon Musk con su Tesla Inc.