La llegada al ápice del Obelisco. La pequeña habitación con cuatro paredes que se encuentra en lo más alto tiene 3,5 x 3,5 metros y su cúspide es roma. Sobre ella se encuentra un pararrayos, cuyos cables corren por dentro.
p>Los preparativos para la trepada. Miembros de Defensa Civil acompañaron al equipo que registró cómo es el interior del Obelisco.
Las medidas de seguridad fueron extremadas: cada uno llevaba casco, arnés y guantes. El equipo de Defensa Civil subió primero para asegurar con cuerdas la escalada.
Los miembros de Defensa Civil alistando todo para comenzar a subir la escalera, que es recta y está ubicada en una de las esquinas del monumento. Existe una sola puerta de ingreso ubicada en la cara oeste, mirando a la avenida Corrientes.
La altura total del Obelisco porteño es de 67,5 metros.
Comienza la trepada. En su base el Obelisco tiene 6,80 metros por lado.
La escalera de hierro es recta y consta de 206 escalones. Existen 7 descansos cada 8 metros y uno a 6 metros. El tiempo promedio para alcanzar su cima es de 15 minutos
A unos 40 metros de altura se encuentra el descanso principal, que rodea todo el monumento. Un miembro de Defensa Civil corrobora que la subida se efectúe en forma segura.
Uno de los consejos que dieron los hombres de Defensa Civil para encarar la trepada y no tener vértigo fue "mirarse las manos únicamente en cada escalón"
El Obelisco fue erigido en 1936 por el arquitecto Alberto Prebisch, y se inauguró el 23 de mayo de ese años para los festejos patrios en coincidencia con los 400 años de la Primera Fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza.
En la construcción del Obelisco trabajaron 157 obreros. Se utilizaron 680 m3 e cemento y 1.300 metros de piedra calcárea blanca traída desde la provincia de Córdoba.
La construcción estuvo a cargo de la compañía alemana GEOPE (Compañia General de Obras Públicas del Estado), que erigió, además, la Galería Güemes, el Correo Central, el estadio La Bombonera del club Boca Juniors y la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. El costo total fue de 200 mil pesos moneda nacional de entonces, unos U$S 14.200 en aquel momento. Hoy, equivaldrían a $24.000.000.
El Obelisco pesa 170 toneladas. En su interior, se encuentra una caja de hierro empotrada que guardaría una foto del jefe de máquinas de la construcción y una carta destinada a quienes lo demuelan.
Un miembro de Defensa Civil, atento a ayudar a los que llegan a la cúspide. Toda la tarea de puesta en valor del emblema porteño estuvo a cargo de CEPRARA (Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina).
Con vistas a un nuevo aniversario y la renovación de su fachada, Clara Muzzio, ministra de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, señaló: “Es importante recuperar el esplendor de uno de los grandes símbolos de la Ciudad que cumple 85 años. Realizamos tareas de mantenimiento y pintura en este gran ícono porteño y patrimonio de nuestro paisaje urbano"
Desde la cara sur del ícono porteño se divisa el chalet de Rafael Díaz, un mueblero de Banfield que tenía su local en ese edificio. Lo mandó a construir en la terraza para almorzar y dormir la siesta. Se terminó en 1927, antes que el Obelisco fuera erigido.
La cara sur del Obelisco: a la izquierda, la avenida Roque Saenz Peña (Diagonal Norte) en su trayecto hasta Plaza de Mayo. Y por la 9 de Julio, la vista se pierde más allá de Constitución, sólo interrumpida por el edificio de Obras Públicas.
Una mirada más cercana de la avenida Roque Sáenz Peña desde lo alto de la cara este del Obelisco, donde se aprecia mejor su llegada a Plaza de Mayo.
Del lado oeste del monumento se recorta la avenida Corrientes y el último tramo de Diagonal Norte. El Obelisco fue emplazado donde estaba la iglesia San Nicolás de Bari, demolida por el ensanche de Corrientes.
La vista desde el mirador norte hacia la avenida 9 de Julio. Al fondo, la embajada de Francia, el Four Seasons, el Barrio 31 y el río de la Plata.
Vista desde lo alto del Obelisco, la cúpula del Congreso de la Nación sobresale entre los edificios porteños. En el lugar donde se encuentra el monumento se hallaba la iglesia de San Nicolás de Bari.
La vista hacia el lado Este, con el tramo inicial de la Avenida Corrientes, Puerto Madero y el Río de la Plata.
La vista de la bandera nacional y las iniciales de la ciudad de Buenos Aires, ubicadas bajo la fachada norte. En ese sitio, la enseña patria se enarboló por primera vez en la ciudad el 23 de agosto de 1812, como se inscribió en una de sus fachadas.
Este año se hizo una puesta en valor del Obelisco, con un hidrolavado de la estructura, retiro de vegetación y revoque mal adherido y pintura de la fachada, que insumió 310 litros de color piedra París y una mano previa de pintura antigraffitti. (Fotos: Adrián Escandar) Fuentes: lamovidaplatense.info e infobae.com