Un nuevo informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es severamente crítico con los fabricantes de pesticidas, acusándolos de negar los daños que producen.
El documento dice que los plaguicidas arruinan el medio ambiente y la salud humana, generando un estimado de 200.000 muertes al año por envenenamiento con agroquímicos. Sus autores dijeron: "Es hora de crear un proceso global para la transición hacia alimentos más seguros".
Según la Relatora de la ONU Sobre el Derecho a la Alimentación, Hilal Elver, "el uso de más plaguicidas no tiene nada que ver con deshacerse del hambre", ya que la industria del pesticida sostiene que sus productos son vitales para proteger los cultivos y asegurar suficientes suministros de alimentos.
Elver, que visitó Filipinas, Paraguay, Marruecos y Polonia como parte de la elaboración del informe, dijo: "El poder de estas corporaciones sobre los gobiernos y sobre la comunidad científica es extremadamente importante".
Elver recuerda que Europa prohibió el uso de algunos plaguicidas que dañan las abejas, pero el resto no está prohibido. "Los trabajadores de granja son los más expuestos y muchos no tienen protección legal", manifestó.
El informe encontró que sólo el 35% de las naciones en desarrollo tenían un régimen regulatorio para los plaguicidas. También se expuso el caso de algunos países que fabrican pesticidas para su exportación, mientras allí están prohibidos.
"La industria usa con frecuencia el término 'mal uso intencional' para transferir la culpa al usuario por los impactos evitables de pesticidas peligrosos", concluye el informe, donde también se citó el caso de varias muertes de niños en La India por exposición a plaguicidas.