El Papa Francisco, ferviente aficionado al fútbol y reconocido hincha de San Lorenzo, ha recibido a lo largo de su pontificado tres camisetas del Gimnasia, cada una con un diseño distinto. Estos obsequios reflejan el vínculo especial entre el Sumo Pontífice y la institución platense.

La primera camiseta fue entregada por Daniel Onofri, entonces presidente de Gimnasia, durante una visita al Vaticano en la que participó junto a otros dirigentes del fútbol argentino, incluido el fallecido Julio Grondona.

La segunda camiseta llegó de la mano de Ezequiel Martínez y Natalia Centurión, una pareja de Berisso que considera al Papa su "padre espiritual". Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires, les brindó apoyo en momentos difíciles, incluso ayudándolos a reconstruir su hogar tras un temporal que afectó a La Plata. En 2015, viajaron al Vaticano para reencontrarse con él y entregarle una camiseta del "Lobo", la cual el Papa prometió enmarcar y colgar en el Vaticano.

A fines de 2015, se difundió una imagen del Papa Francisco con una tercera camiseta de Gimnasia, distinta a las anteriores. Este gesto reafirma el vínculo constante entre el club platense y el Sumo Pontífice.

Estos tres obsequios no solo representan el aprecio de Gimnasia hacia el Papa Francisco, sino también la conexión especial que el Sumo Pontífice mantiene con la comunidad platense y el fútbol argentino.