Un grupo de hinchas de Gimnasia, que se mostraron visiblemente molestos por las decisiones que se vienen tomando en el fútbol profesional, fueron a la sede de calle 4 entre 51 y 53 a pedir la renuncia del presidente Mariano Cowen y el resto de la Comisión Directiva, en el marco de un inicio de febrero con más incertidumbre que certezas en el club decano de la Argentina.

Ante la falta de opciones claras y la negativa de Guillermo Barros Schelotto, los dirigentes del club nombraron a Mariano Messera como director deportivo, para enmascarar y maquillar los errores en las decisiones y hacerlo responsable de la elección del reemplazante de Marcelo Méndez.

En tal sentido, todos los caminos conducirían a que Lucas Pusineri sería finalmente el entrenador del equipo, a pesar de que no reunía consenso entre los principales directivos.

Por todo ello, los socios se movilizaron ayer martes por tarde a la sede y reclamaron por todo lo que viene ocurriendo y fueron más allá: denunciaron cierto encubrimiento de la propia barra del Lobo con la dirigencia del club, por entender que “la barra no está más con los hinchas” por estar “ensobrada”.

Como indica la conocida frase “a río revuelto ganancia de pescadores”: no faltaron los aspirantes a la presidencia que publicaron su opinión en las redes sociales y trataron de posicionarse de cara a los comicios de noviembre, que parecen tan lejanos en el tiempo como la recuperación que necesita el equipo este miércoles para salir del paso en la Copa Argentina.