Nariz roja, estornudos varios, tos repetida, voz tomada, mucho moco, dolor de cabeza y en articulaciones, y hasta fiebre. ¿Todos son síntomas de padecer gripe o estar transitando COVID-19?
Cuando todavía estábamos en pleno verano atravesando la tercera ola de coronavirus producto de la variante Ómicron, llegó el virus de la influenza, adelantándose en el calendario. Así, llegamos al otoño con ambas enfermedades entre nosotros. Si bien el coronavirus tuvo un retroceso importante desde el pico del 14 de enero y hoy suma poco más de 2000 infecciones diarias en Argentina, por otro lado, los casos de gripe se han incrementado en la población.
La gripe, el resfrío y el COVID-19 presentan síntomas parecidos, por eso muchas veces cuesta diferenciarlos. Para distinguirlos, es importante prestar atención a las señales corporales, el diagnóstico médico y evitar la automedicación.
“A partir de diciembre de 2021 se ha detectado un aumento progresivo en el número de casos de Influenza A, en particular el subtipo H3N2. Esto representa, epidemiológicamente, una circulación en un periodo del año no habitual para este virus respiratorio, que comúnmente es esperable que circule durante fines de otoño y durante el invierno (principalmente entre los meses de mayo y agosto)”, explicó el Ministerio de Salud de la Nación semanas atrás.
Los virus influenza son los principales responsables de los cuadros gripales, que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones. La infección viral dura generalmente una semana y se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea, malestar general, tos seca, dolor de garganta y rinitis. El virus se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotitas y pequeñas partículas expulsadas con la tos o los estornudos.
Por eso recomienda a la población continuar con las medidas de prevención y cuidado vigentes para la COVID-19: mantener ambientes ventilados, lavarse las manos de manera frecuente con agua y jabón, uso de barbijo, y evitar acudir a actividades laborales, educativas o lugares públicos ante la presencia de síntomas.
Leda Guzzi, de la comisión de Comunicación de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó a Infobae que “durante los dos primeros años de la pandemia, las medidas de prevención para COVID-19 aplicadas a gran escala como el uso del barbijo, los confinamientos, el distanciamiento, la ventilación, entre otros, ayudaron a reducir la transmisión del virus de la gripe y de otros virus respiratorios” en todo el mundo. “Pero desde fines del año pasado, tras el avance de la vacunación contra el COVID-19, hubo una movilidad ciudadana más intensa y se observó un retorno de la circulación del virus de la gripe”, completó la médica infectóloga de la Clínica Olivos y del Hospital Santa Rosa del partido de Vicente López.
La influenza suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales y la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas con otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar complicaciones graves, provocar neumonía y en algunos casos causar la muerte.
La gripe, el resfrío y el COVID-19 tienen muchos síntomas similares. Esto hace que sea tan difícil diferenciarlos, por eso a veces no se sabe cuál es cuál. Además, en ambos casos, uno puede enfermarse con cualquiera de los virus aun estando vacunado. Tanto el COVID como la influenza son infecciones respiratorias virales cuyos casos más graves se pueden prevenir a través de la vacunación.
Fiebre, tos seca, dolor de garganta o pecho, problemas para respirar. Esos son algunos de los síntomas que podrían dar cuenta de estar padeciendo COVID-19. Pero no son los únicos ni estos síntomas son exclusivos de esta enfermedad. Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, tos y cansancio. Pero existen muchos otros signos y síntomas posibles.
Tanto el COVID-19 como el resfriado común son causados por coronavirus. El COVID-19 es causado por el SARS-CoV-2, mientras que la gripe es causada por el virus de la influenza. En tanto, el resfriado común es causado con mayor frecuencia por rinovirus. Estos virus se propagan de manera similar y causan muchos de los mismos signos y síntomas. Sin embargo, hay algunas diferencias.
“En las dos infecciones las personas pueden sentir dolores musculares y articulares. Además, tanto en los cuadros clínicos de COVID-19 como de gripe, el paciente puede presentar muchos síntomas y molestias corporales o casi no tener síntomas. Es muy difícil distinguir uno de otro, excepto que el paciente se someta a un ensayo clínico, como por ejemplo un hisopado para descartar la infección por SARS-CoV-2?, explicó el prestigioso doctor Daniel López Rosetti, médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH).
Y agregó: “Por otro lado, es posible que si uno tiene gripe tenga muchos más dolores articulares y musculares que si tiene coronavirus, pero eso no marca diferencias. Básicamente, la sintomatología es la misma en las dos enfermedades”.
El biólogo José Antonio López-Guerrero, investigador y director de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, un centro de investigación experimental en las áreas de biología molecular, celular y biomedicina explicó que el SARS-CoV-2 y el virus Influenza son familias de virus diferentes. En cambio, sí se mostró de acuerdo en que ambos tienen en común la forma de transmisión: por vía aérea principalmente, sobre todo en espacios cerrados, y con mayor facilidad en tiempos fríos y con poca luminosidad.
Ángela Domínguez, coordinadora del grupo de trabajo sobre vacunación de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) expresó que si bien la gripe y el COVID-19 son dos infecciones respiratorias causadas por virus, y que tienen muchos síntomas en común, entre las principales diferencias destacó que el virus SARS-CoV-2 es más transmisible que los virus de la gripe y provoca enfermedad grave a más personas. En tal sentido expresó que con el COVID se pueden producir trombos en pulmones, corazón, extremidades o cerebro y también síndrome inflamatorio que afecta a varios sistemas, y que en la gripe no se dan. De todos modos aclaró que en las dos enfermedades pueden surgir complicaciones como neumonía, insuficiencia respiratoria o afecciones cardíacas.
Si bien los síntomas de COVID-19 generalmente aparecen de dos a 14 días después de la exposición al SARS-CoV-2, los síntomas de un resfriado común generalmente aparecen de 1 a 3 días después de la exposición a un virus que causa el resfriado, según expertos de la Mayo Clinic de EEUU.
A diferencia del COVID-19, un resfriado suele ser inofensivo. La mayoría de las personas se recuperan de un resfriado común en tres a diez días, aunque algunos resfriados pueden durar hasta dos o tres semanas. Por otra parte, para diferenciar al COVID-19 de la alergia, en cambio, es importante entender que entre los síntomas más comunes de este tipo de afección, que no se contagia de persona a persona, se encuentran la picazón, la secreción nasal, los estornudos, la tos, la irritación en los ojos.
La principal diferencia entre las alergias y los virus es la fiebre. En este sentido, una temperatura corporal superior a 38 ºC podría indicar presencia de algún virus. Asimismo, es también poco probable que las alergias comunes hagan perder repentinamente el sentido del olfato y el gusto, síntoma característico del COVID-19. Además, aunque el COVID-19 puede causar falta de aire o dificultad para respirar, las alergias estacionales no suelen causar estos síntomas a menos que tenga una afección respiratoria como el asma. Fuente: infobae.com