Javier Milei ha dejado de priorizar la experiencia de dolarización total de la economía, como la llevada a cabo por Ecuador, y ahora el equipo económico argentino está considerando otros esquemas para salir del cepo cambiario. Entre las opciones, el modelo peruano se presenta como el más adecuado, ya que ha demostrado ser exitoso en América Latina.
El modelo peruano, implementado a principios de la década de 1990 durante el gobierno de Alberto Fujimori, se caracteriza por la autonomía del Banco Central, prohibiendo la imposición de cepos cambiarios y el financiamiento al sector público. Además, se permite la competencia de monedas, principalmente entre el dólar y el sol, pero la mayoría de las transacciones se realizan en moneda local.
La estabilidad económica de Perú se refleja en su baja inflación y en la continuidad del presidente del Banco Central, Julio Velarde Flores, desde 2006. El "modelo peruano" se asemeja al enfoque que se quiere adoptar en Argentina, donde el dólar tendría vigencia legal y se permitiría su uso en todas las transacciones, incluso con la posibilidad de una dolarización si la preferencia del público lo indica.
Otra opción considerada es la coexistencia de un esquema bimonetario, como en Paraguay y Uruguay. La reducción de la brecha cambiaria en Argentina ha generado especulaciones sobre la salida del cepo, pero Milei ha enfriado estas expectativas, sugiriendo que podría llevarse a cabo recién a mediados de año.
Mientras tanto, el objetivo es seguir acumulando reservas y eventualmente negociar un acuerdo con el FMI para fortalecer el esquema monetario y cambiario futuro. Sin embargo, la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, ha descartado la posibilidad de una dolarización en el corto o mediano plazo, dificultando los planes del Gobierno en esa dirección.