El martes, los precios de la carne en hacienda alcanzaron un máximo de $1,900 por kilo, representando un aumento del 50% en comparación con la semana pasada. Con la desaparición del programa "Precios Justos", el mercado vuelve a regirse por la oferta y la demanda, y se espera que este incremento impacte fuertemente en los mostradores. Empresarios del sector indican que la traslación de este aumento a las góndolas puede demorar algunos días, pero es inevitable. Además, se anticipa un impacto adicional por las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, que podrían llevar el kilo de carne a un promedio de $12,000.
La suba de precios se atribuye a factores como el aumento del precio del maíz para el engorde y el impacto del costo del gasoil, entre otros gastos. Según estimaciones preliminares, el kilo de carne en las carnicerías podría llegar a los $12,000. El mercado, determinado por la oferta y la demanda, ha experimentado cambios significativos desde principios de año, con una menor oferta que comienza a presionar los precios al alza.
Desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), informaron que en los últimos cinco meses, el precio de los animales en el mercado de Cañuelas aumentó un 240.9% en comparación con noviembre de 2022. La sobreoferta de carne a principios de año, causada por la sequía, contenía los precios, pero ahora, la menor oferta está contribuyendo a la escalada de precios.
De acuerdo con Mercado Agroganadero, el precio máximo promedio en hacienda para los novillitos de 401 a 420 kilos fue de $1,750 durante el martes, un aumento del 44.2% en una semana. Esta situación plantea desafíos significativos para el sector y los consumidores, mientras el mercado enfrenta una nueva realidad sin el programa "Precios Justos".