Si alguien nos hablara de tomar 111 pastillas diarias, consumir jugos llenos de polifenoles y someterse a tratamientos de láser en todo el cuerpo para buscar la inmortalidad, pensaríamos que ha perdido la razón. Sin embargo, existe un ser humano que vive esta extravagante realidad: Bryan Johnson, un multimillonario de 46 años que reside en California.
Johnson ha emprendido una ambiciosa misión para vivir más de 200 años a través de un costoso y elaborado plan de vida. Su búsqueda de la juventud eterna incluye un monitoreo constante de su cuerpo, incluso mientras duerme.
Este empresario tecnológico ha establecido una rutina "antiedad" que le cuesta 2 millones de dólares al año. Su objetivo es lograr una edad biológica que difiera de su edad cronológica, rejuvenecer su cuerpo y superar la expectativa de vida promedio, que actualmente es de 80 años, aunque hay quienes han superado los 110 años.
Johnson no está solo en esta empresa: un equipo de 30 médicos trabaja incansablemente en lo que él llama "ingeniería de la salud". Uno de sus proyectos más notorios es el "Project Blueprint", un sistema de extensión de la vida en el que subcontrata cada decisión sobre su cuerpo a médicos que desarrollan un riguroso régimen de salud personalizado basado en sus datos.
Este sistema incluye la ingesta diaria de 111 pastillas, el uso de una gorra de béisbol que emite luz roja en su cuero cabelludo, la recopilación de muestras de heces y el monitoreo de erecciones nocturnas. Todo esto tiene un propósito claro: revertir su envejecimiento y lograr un cuerpo y órganos de 18 años.
Johnson, quien publica todas sus mediciones biológicas en línea, ha enfrentado críticas de médicos y especialistas en salud por su estilo de vida y la ingesta de numerosos suplementos en pastillas. Muchos expertos cuestionan la seguridad y la eficacia de su enfoque, ya que algunos de los tratamientos podrían interactuar de manera peligrosa.
A pesar de las críticas, Johnson continúa su búsqueda de la inmortalidad, desafiando lo que la ciencia considera posible y llevando su vida experimental a extremos sorprendentes. Su historia plantea preguntas fascinantes sobre la posibilidad de prolongar la vida humana y las fronteras de lo que significa ser humano en la búsqueda de la juventud eterna.