Un grupo de docentes de la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) investigan el hallazgo arqueológico de una pequeña escultura con forma de animal y confeccionada con un raro mineral denominado “jadeíta”, que podría haber sido elaborado por pueblos andinos que habitaron la zona.
“La pieza tiene 7 centímetros de largo, por 4 centímetros de ancho, 4,5 centímetros de alto, posee un aspecto zoomorfo (forma de animal), y está realizada de jadeita, que es un mineral de color verde bastante raro”, manifestó el docente Emilio Villafañez, encargado de llevar adelante la investigación, en el portal web de la UNCA.
Al referirse a este descubrimiento, el especialista destacó que
Hasta ahora, no existen registros en la provincia de haberse hallado un material de esas características
En tanto, desde la universidad explicaron que la misteriosa figura fue encontrada por Leandro Carrizo, un adolescente de 15 años que estaba con su padre arando la tierra para el cultivo en la localidad catamarqueña de Balcozna y vio “un pequeño objeto con forma de animal confeccionado con un tipo de mineral de color verde, que sobresalía sobre los terrones de tierra” que le llamó la atención, por lo que lo recogió y se lo llevó a su casa.
Unas semanas más tarde, el joven y su papá se comunicaron con la universidad y le llevaron este raro elemento a Villafañez, quien pudo constatar que estaban en presencia de una pieza única por su confección, significado y material del que está compuesta.
En este sentido, el especialista indicó que “este pequeño animal de jadeita podría ser lo que en el mundo andino denominan ‘illia’, es decir, elementos que han sido registrados a lo largo del mundo andino”.
En relación a esta afirmación, el investigador detalló que “según el antropólogo y docente universitario peruano, Jorge Flores Ochoa, los pastores de altura en Perú, describen a las illas como pequeños animales (alpacas, llamas, ovejas) esculpidos en piedra, así como piedras de formas naturales que recuerdan ciertos animales, llamados enqaychu, y que tanto las illias, como los enqaychu, poseen enqa, que es el principio generador y vital, fuente del bienestar y de la abundancia”.
A su vez, el especialista de la UNCA también explicó que “existe una abundante bibliografía sobre las illias”, pero que “en cada región tienen nombres, significados y sentidos distintos”. Si bien advirtió que “es difícil saber si en realidad estamos en presencia de una de ellas”, sostuvo que “lo que sí es seguro es que se trata de un artefacto arqueológico”.
“Aunque no tenemos una cronología relativa del mismo, la mayoría de los hallazgos en la zona superan los 1000 años de antigüedad, y no menos importante es el mineral con que se confeccionó este pequeño animal, ya que la mina de jadeita más cercana conocida se encuentra en Minas Capillitas, lo cual nos muestra un posible intercambio entre poblaciones bastante lejanas entre sí”, agregó.
En relación a las implicancias del hallazgo, el investigador comentó que “sin lugar a dudas es de enorme importancia”, ya que, “aunque se trate de un pequeño animal realizado en roca que apenas cabe en la palma de la mano, esta posible illia nos habla de un regalo que los antiguos indígenas hicieron a la tierra para que esta sea fértil y abundante”.
La jadeita con que está hecha, es extremadamente rara de encontrar en materiales arqueológicos y nos muestra que hace cientos de años, poblaciones que estuvieron separadas por cientos de kilómetros tuvieron contacto
Por último, Villafañez señaló que la localidad de Balcozna tiene una rica historia y arqueología, con evidencias de por lo menos 2.000 años de antigüedad.
“Se destacan hallazgos de importancia superlativa para la arqueología catamarqueña como un menhir tallado en roca de casi dos metros de altura, único en su tipo, y el reconocido suplicante que se encuentra exhibido en el museo de La Plata en Buenos Aires. Ahora, con apenas 15 años Leandro Carrizo nos brinda un hallazgo sin precedentes para Balcozna y toda Catamarca”, recalcó el especialista.