Cada 5 de diciembre, los argentinos celebran el Día Nacional del Ciclista, una fecha dedicada a honrar a estos apasionados deportistas. La efeméride tiene su origen en la figura destacada de Remigio Saavedra, un ciclista nacido el 1 de octubre de 1911 en Godoy Cruz, Mendoza, cuya dedicación y logros dejaron una huella imborrable en el mundo del ciclismo argentino.
Desde una temprana edad, Saavedra demostró su amor por el ciclismo, ganando su primera carrera a la edad de 14 años. Su talento y determinación lo llevaron a debutar en 1928 en la Doble San Isidro, ascendiendo rápidamente a la categoría 1 en tan solo tres meses y triunfando en todas las competiciones en las que participó.
A lo largo de su carrera, participó en destacadas competiciones internacionales, incluyendo seis Seis Días en Estados Unidos y dos en Canadá. Además, formó parte de varias ediciones de la prestigiosa carrera de los Seis Días en el Luna Park de Buenos Aires.
Uno de los logros más memorables de Saavedra fue su hazaña de recorrer en bicicleta 1.100 kilómetros desde Buenos Aires hasta Mendoza. Esta gesta, realizada a los 70 años, destacó su profundo amor por el deporte y su inquebrantable pasión por la bicicleta.
El legado inspirador de Remigio Saavedra es la razón detrás de la celebración del Día Nacional del Ciclista. Esta fecha no solo reconoce la contribución de Saavedra al ciclismo argentino, sino que también celebra la pasión, el esfuerzo y la dedicación de todos los ciclistas que eligen este noble medio de transporte y deporte.
En este día, los amantes de la bicicleta tienen la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de este medio de transporte sostenible, beneficioso para la salud y respetuoso con el medio ambiente. Asimismo, es un recordatorio de la importancia de promover la seguridad vial y el respeto entre todos los usuarios de las vías, contribuyendo a crear un entorno propicio para que los ciclistas disfruten de su pasión de manera segura.