Este lunes, los movimientos sociales afiliados a la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y organizaciones de izquierda tienen previsto llevar a cabo un "piquetazo nacional", como parte de una serie de protestas en demanda de alimentos para comedores y merenderos comunitarios, así como aumento en los planes sociales y en rechazo a la eliminación del programa Potenciar Trabajo.
Bajo la consigna "El hambre es el límite", estas acciones de protesta comenzarán a las 10 de la mañana, y se centrarán en el bloqueo de cinco accesos principales a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El ministerio de Seguridad Nacional ha anunciado que aplicará el Protocolo Antipiquetes para desalojar a los manifestantes en caso de que corten calles, avenidas o puentes.
Los accesos a Buenos Aires que se verán afectados incluyen el Puente Pueyrredón, la Ruta 3 y General Paz, General Paz y Rivadavia, y el puente de Autopista Saavedra. Además, se espera que el Movimiento de Trabajadores Socialistas (MST) realice una concentración en la ex estación Avellaneda.
Los líderes de los movimientos sociales expresaron su determinación de llevar a cabo estas protestas a pesar de cualquier acción de fuerza por parte de las autoridades. Juan Carlos Alderete, líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), afirmó que la comunidad está pidiendo manifestaciones para demostrar su malestar, y que enfrentarán la represión del gobierno sin temor.
Las demandas de los manifestantes incluyen la distribución de alimentos para comedores comunitarios, así como la crítica al ajuste en el programa Potenciar Trabajo y la reducción de asistencia en obras de integración socio-urbana en barrios marginales.
Las autoridades, por su parte, han defendido su gestión, señalando que se ha llamado a licitación para la compra transparente de alimentos y que se han implementado medidas como el aumento del 100% en el valor de la Tarjeta Alimentar y el programa Alimentar Comunidad. También han anunciado cambios en la distribución de la asistencia estatal para evitar la discrecionalidad y la extorsión por parte de los líderes sociales.
Este "piquetazo nacional" representa un punto culminante en la creciente tensión entre los movimientos sociales y el gobierno argentino, con ambos lados defendiendo sus respectivas posiciones y políticas.