La situación para quienes buscan alquilar en la CABA y la Provincia de Buenos Aires se vuelve cada vez más complicada debido al aumento de precios y la escasez de oferta, lo que se traduce en costos iniciales cercanos al millón de pesos, representando un incremento del 115% en comparación con septiembre de 2022.

Para entender estos costos, tomemos como ejemplo un alquiler mensual de $200,000, que podría corresponder a un departamento de dos o tres ambientes según la zona. Al firmar un contrato a tres años, como lo estipula la ley actual, con ajustes anuales según el Índice de Contratos de Locación (ICL) en CABA, un inquilino o familia debe depositar $200,000 y otros $200,000 como mes de adelanto.

Si el inquilino carece de dos garantes, deberá optar por un seguro de caución por 36 meses (3 años de contrato), que podría costar $215,000 ($200,000 de alquiler y $15,000 de expensas) con una comisión promedio adicional de $309,600 en la provincia de Buenos Aires, ya que en CABA no se paga comisión inmobiliaria.

Además de estos costos, el inquilino debe tener en cuenta otros gastos, como depósito en garantía, mes adelantado de alquiler y, en algunos casos, honorarios de la inmobiliaria (2% en Provincia y hasta un máximo del 4.15% en CABA).

Por otro lado, el propietario también incurre en costos, que incluyen honorarios de la inmobiliaria (2% en Provincia y hasta un máximo del 4.15% en CABA), gastos de certificación de firmas ante escribano y gastos de informes para verificar la solvencia del garantizador o garante (a menos que una inmobiliaria los cubra).

Es esencial que los futuros inquilinos consideren la ubicación, el estado del inmueble, la cercanía a servicios esenciales y la seguridad de la zona al buscar una vivienda en alquiler. Además, verificar que los servicios básicos funcionen correctamente y revisar cuidadosamente el contrato de alquiler antes de firmarlo es fundamental para evitar sorpresas desagradables. La incertidumbre en torno a posibles modificaciones en la ley de alquileres hace que muchos propietarios prefieran esperar antes de volver a poner sus inmuebles en el mercado, lo que podría influir en la oferta y los precios.