En el mundo, la comida es un bien escaso y caro. Miles de millones de personas pasan hambre y muchas otras tienen serios problemas para completar las cuatro raciones diarias, necesarias para sobrevivir digna y sanamente.

En nuestro país, existen importantes bolsones de pobreza que muestran una población seriamente complicada con la alimentación. La inflación galopante que flagela a los argentinos pone en situación de riesgo a una parte muy importante de nuestros compatriotas.

Por eso, noticias como la que desarrollamos a continuación, calan muy hondo aunque parezca gracioso. Si bien el hecho ocurrió en España y se viralizó por todo el mundo, es bien sabido que aquí ocurren situaciones pantagruélicas similares a esta, infinidad de veces.

La idea de esta nota no es la de ridulizar la situación a través de una humorada, sino ayudar a tomar conciencia. Estas cosas no deben ocurrir, ni en la madre patria, ni en Argemtina, ni en ningún rincón del mundo habriento e injusto que habitamos y debemos mejorar.

Vayan pa'allá, bobos catalanes

Cuatro jóvenes de la ciudad de Lleida, situada en la comunidad autónoma de Cataluña, visitaron un comedor libre del lugar y fueron multados luego de excederse con la cantidad de platos servidos.

La polémica experiencia fue compartida por uno de ellos en la red social TikTok, donde se los puede ver sentados en una mesa colmada de platos y hastiados de tantos alimentos de distinta clase.

"Lo que veis en la mesa es todo que nos ha sobrado, ya veremos la multa de cuánto es", escribió el encargado de compartir en redes sociales el insólito momento.

Lo cierto es que, al retirarse, los cuatro pudieron llevarse todo lo que había quedado sin consumir, pero el chiste les salió caro: "Ahora os digo cuanto nos ha costado la broma, nuestra ansiedad", comenzó diciendo el autor del video.

En total, el ticket expresaba un monto de 181 euros, lo que en Argentina significan $43.468,96, cotizando con el euro oficial, mientras que en el mercado paralelo de la divisa, esa comida a un argentino le habría costado $87.826,63, es decir, una verdadera locura.

Si bien los jóvenes se mostraban graciosos y sonrientes en el vídeo que no tardó en viralizarse, los usuarios de la red social se mostraron totalmente en desacuerdo con la actitud de los protagonistas del episodio, a los cuales tildaron de inmaduros e inconscientes.

"Ser mal acostumbrado tiene precio y yo se lo hubiese doblado por graciosos", cuestionó uno de los usuarios, mientras que otro señaló que lo sucedido estuvo "muy mal", dado que "hay que escoger un poquito de cada cosa y si quieres más repites, pero no tirar".

Por supuesto, donde hay voces en contra, también las hay a favor, como la de una internauta que opinó restándole importancia al asunto: "Pagaron la comida. Está bien, tu puedes pedirte el restaurante pero lo tienes que pagar".