La escalada de precios continúa golpeando los bolsillos de los argentinos. Según el último informe del INDEC, la Canasta Básica Total (CBT) registró un aumento del 4,4% durante el mes de agosto. Esto significa que una familia compuesta por una pareja y dos hijos necesitó $939.886 para cubrir sus necesidades básicas y evitar caer por debajo de la línea de pobreza.
La situación es aún más crítica si se analiza la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Para adquirir los alimentos indispensables, el mismo grupo familiar debió destinar $421.473. Estos datos reflejan un deterioro constante del poder adquisitivo y un aumento significativo de la vulnerabilidad social.
El impacto de la inflación se traduce en un incremento de la pobreza y la indigencia. De acuerdo con el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, la pobreza alcanzó al 52% de la población en el primer semestre del año. Por su parte, el 18% de los argentinos se encuentra en situación de indigencia.
A fines de agosto, el INDEC dará a conocer el Índice de Pobreza oficial correspondiente al primer semestre. Se espera que los datos confirmen la tendencia al alza de la pobreza y la desigualdad. La persistencia de la inflación y la crisis económica generan incertidumbre sobre el futuro y ponen en jaque el bienestar de millones de argentinos.
El aumento constante de la Canasta Básica Total y Alimentaria evidencia la dificultad de las familias para acceder a una canasta básica de alimentos y servicios. La inflación erosiona los ingresos y dificulta la planificación económica.
La pobreza en Argentina se presenta como un problema estructural que requiere de políticas públicas integrales y sostenidas en el tiempo. Es fundamental abordar las causas profundas de la desigualdad y generar condiciones que permitan mejorar la calidad de vida de todos los argentinos.
Fuentes:
LaMovidaPlatense.com.ar, VisionPolitica.info, NoticiasEnsenada.info, CriticaArgentina.com.ar, PrimeraPagina.info