La crisis silenciosa de un mundo que sufre: el suelo se está secando y las consecuencias pueden ser catastróficas

Un informe de la ONU advierte sobre el avance implacable de la aridez y sus consecuencias catastróficas. La solución existe, pero ¿tenemos la voluntad de actuar?

16-12-2024 - Por Primera Página

La crisis silenciosa de un mundo que sufre: el suelo se está secando y las consecuencias pueden ser catastróficas

La tierra bajo nuestros pies está cambiando, y no para mejor. Según un informe de la UNCCD presentado en la COP16 en Arabia Saudita, el 77,6% del suelo del planeta muestra mayor secuencia en las últimas tres décadas, y hacia 2100, 5.000 millones de personas podrían enfrentar graves consecuencias.

Lo alarmante no es solo el futuro, sino también el presente: el 40,6% de la superficie terrestre ya es tierra seca. Este proceso, impulsado por el cambio climático y el mal uso del suelo, afecta la producción de alimentos, la biodiversidad y nuestra calidad de vida. En Argentina, el noroeste y el sureste aparecen como "puntos calientes", con un avance acelerado hacia la desertificación.

La aridez, a diferencia de las sequías temporales, es un cambio permanente. Cada hectárea perdida es un paso hacia un mundo menos habitable. Sin agua, sin sombra, sin cultivos, la vida se convierte en una lucha constante.

Sin embargo, el informe no solo busca alarmar, sino también movilizar. La humanidad cuenta con herramientas para revertir este proceso: reducir emisiones, gestionar mejor el agua, prevenir incendios y replantar el uso del suelo. Pero el verdadero desafío es la voluntad colectiva de actuar.

El tiempo no está de nuestro lado. El suelo, base de la vida, nos exige atención urgente. La pregunta no es si podemos salvarlo, sino si estamos dispuestos a hacerlo.